miércoles, 19 de noviembre de 2014

Informe sobre caricias - Mario Benedetti
1
La caricia es un lenguaje
si tus caricias me hablan
no quisiera que se callen
2
La caricia no es la copia
de otra caricia lejana
es una nueva versión
casi siempre mejorada
3
Es la fiesta de la piel
la caricia mientras dura
y cuando se aleja deja
sin amparo a la lujuria
4
Las caricias de los sueños
que son prodigio y encanto
adolecen de un defecto
no tiene tacto
5
Como aventura y enigma
la caricia empieza antes
de convertirse en caricia
6
Es claro que lo mejor
no es la caricia en sí misma
sino su continuación


Canciones con historia: SAVE ME - Queen

FUERZA Y SENTIMIENTO

Escrita por Brian May, fue grabada en 1979 y tras el enorme éxito del single “Crazy Little Thing Called Love” en UK y Europa en 1979, la banda decidió lanzar un segundo single como adelanto del album que lanzarían seis meses después en 1980, y el 25 de Enero de 1980, “Save Me” fue lanzada como single en UK. Llegó al Nº 11 en UK, Nº 5 en Holanda, Nº 7 en Noruega, Nº 8 en Irlanda, Nº 10 en Italia, Nº 42 en Alemania y Nº 96 en Japón. La letra escrita por Brian es acerca de un amigo cuya relación había terminado, y en la canción Brian tocó el piano, sintetizador y guitarra eléctrica y acústica de 12 cuerdas, y coros.

La letra habla sobre la separación del compositor, Brian May, con frases como:
The years belie, we lived a lie "I love you till i die"

Que traducido es:
Los años demuestran que vivimos en la mentira "te amare hasta la muerte"

o la primera parte del estribillo:
Save me, save me, save me
I can't face this life alone

Que traducido significa:
Salvame, salvame, salvame
no puedo afrontar esta vida solo

En cuanto a su performance en vivo, “Save Me” comenzó a ser tocada en el “CRAZY TOUR” por UK, que duró casi un mes desde noviembre a diciembre de 1979 y fue como un estreno del nuevo single que la banda lanzaría en enero del 80. Y la canción comenzaba con una pequeña introducción en el piano tocada por Brian, intro que finalmente no estuvo presente en la versión en estudio del “THE GAME”. Y estuvo ubicada entre los temas “Get Down, Make Love” y “Now I’m Here” y se mantendría así en las giras del “THE GAME” en 1980 y en la gira por Japón de inicios de 1981. Para las giras por Sudamérica, el tema estuvo entre los temas “Need Your Loving Tonight” y “Now I’m Here”. En la gira europea del “HOT SPACE”, estaría entre “Love Of My Life” y “Fat Bottomed Girls”, y para la gira por USA entre “Now I’m Here” y “Calling All Girls”. Para la gira del “THE WORKS” fue dejada de lado, hecho que se repitó en el “MAGIC TOUR” al no ser incluida en el set list. Y para sus giras como solistas, Brian no la incluyó y tampoco fue tomada en cuenta en las giras de QUEEN + Paul Rodgers desde el 2005 al 2008.

En cuanto al video de la canción, fue dirigido por Keith McMillan y filmado en el Alexandra Palace, en Londres, en diciembre de 1979. Y algo que siempre para mí quedó en el misterio fue saber quién era la mujer que aparece en el inicio del video. Fue un video muy bien realizado y me gustaron muchas las partes cuando de la animación pasa a la escena del grupo tocando en escena, tanto al final de la primera estrofa, cuando la paloma mueve sus alas y empalma con la parte de Freddie agarrando el micro y luego de la segunda estrofa cuando la paloma abre sus alas y empalma con la imagen de Freddie moviendo los brazos. Me pareció soberbio ese efecto y el final con la paloma volando sobre el escenario y Freddie extendiendo el brazo me pareció sublime.


http://royaltrilogy.blogspot.com.ar/2011/05/save-me-fuerza-y-sentimiento.html#.VG0sQyKG_cg

SaveMe - Queen


Estos sueños - Heart

Deja una pequeña vela
Guarda un poco de luz para mi
Siluetas a la distancia
Moviéndose en los árboles
Piel blanca en lino
Perfume en mi muñeca
Y la luna llena que se inclina
Sobre estos sueños en la niebla

Oscuridad en el borde
Sombras donde me paro
Busco el tiempo
En un reloj sin manos
Quiero verte con claridad
Que te acerques más a mi
Pero todo lo que recuerdo
Son estos sueños en la niebla

Estos sueños continúan cuando cierro los ojos
Cada segundo en la noche vivo otra vida
Estos sueños que duermen cuando está frío afuera
Cada momento que estoy despierta lo más lejos que estoy

Es a capa y espada
Podría ser en primavera o otoño
Camino sin un rasguño
A través del vidrio de colores en la pared
Débil en mi vista
La vela en mis manos
Y palabras que no tienen forma
Salen de mis labios

Estos sueños continúan cuando cierro los ojos
Cada segundo en la noche vivo otra vida
Estos sueños que duermen cuando está frío afuera
Cada momento que estoy despierta lo más lejos que estoy

Hay algo ahí
Que no puedo resistir
Necesito ocultarme del dolor
Hay algo ahí
Que no puedo resistir

La canción más dulce es el silencio
La más dulce que he escuchado
Es curioso como tus pies
En sueños nunca tocaron la tierra
En un bosque lleno de príncipes
La libertad es un beso
Pero el príncipe oculta su rostro
A los sueños en la niebla

Estos sueños continúan cuando cierro los ojos
Cada segundo en la noche vivo otra vida
Estos sueños que duermen cuando está frío afuera
Cada momento que estoy despierta lo más lejos que estoy

Estos sueños continúan cuando cierro los ojos
Cada segundo en la noche vivo otra vida
Estos sueños que duermen cuando está frío afuera
Cada momento que estoy despierta lo más lejos que estoy



LA TIMIDEZ  - Pablo Neruda

Apenas supe, solo, que existía
y que podría ser, ir continuando,
tuve miedo de aquello, de la vida,
quise que no me vieran
que no se conociera mi existencia.
Me puse flaco, pálido y ausente,
no quise hablar para que no pudieran
reconocer mi voz, no quise ver
para que no me vieran
andando, me pegué contra el muro
como una sombra que se resbalara.

Yo me hubiera vestido
de tejas rotas, de humo,
para seguir allí, pero invisible,
estar presente en todo, pero lejos,
guardar mi propia identidad oscura
atada al ritmo de la primavera.

Un rostro de muchacha, el golpe puro
de una risa partiendo en dos el día
como en dos hemisferios de naranja,
y yo cambié de calle,
ansioso de la vida y temeroso,
cerca del agua sin beber el frío,
cerca del fuego sin besar la llama,
y me cubrió una máscara de orgullo,
y fui delgado, hostil como una lanza,
sin que escuchara nadie
-porque yo lo impedía-
mi lamento
encerrado
como la voz de un perro herido
desde el fondo de un pozo.


Sinfonía Número 2 de Anton Bruckner

La Segunda Sinfonía fue iniciada afines del verano de 1871. La primera versión se terminó el 11 de septiembre de 1872. Bruckner dirigió el estreno en Viena, el 26 de octubre de 1873. Posteriormente revisó la obra junto a su amigo Johann Herbeck y la nueva versión se estrenó el 20 de febrero de 1876. Para entonces Bruckner había terminado las primeras versiones de la Tercera, Cuarta y Quinta Sinfonías. Hubo revisiones menores realizadas en 1879 y 1891, de manera que existen fundamentalmente dos partituras diferentes: la versión original y la revisión de Bruckner-Herbeck.

Cuando Simón Sechter, el antiguo maestro de contrapunto de Bruckner, falleció en 1867, el amigo del compositor, Johann Herbeck, sugirió que Bruckner se presentara para el cargo de profesor que Sechter dejaba vacante en el Conservatorio de Viena. El trabajo hubiera sido suyo si hubiera querido, pero Bruckner vacilaba respecto de dejar su ciudad natal de Linz, le inquietaba la idea de asumir un puesto de enseñanza de tanta responsabilidad y temía que la remuneración del Conservatorio no le diera ingresos suficientes para vivir en Viena. Postergó la decisión una y otra vez. Poco tiempo atrás había sido rechazado para un cargo en la Universidad de Viena y temía que enseñar música en Viena no fuera para él. Paralizado por la indecisión, Bruckner cayó en una depresión e incluso le escribió a Herbert que estaba pensando en la posibilidad de poner fin a su vida.

Herbeck respondió: "No hay nadie a quien debas temer sino a ti mismo, especialmente si empiezas a escribir cartas histéricas a cualquier otro, como la que recibí de ti hoy. Lejos de dejar el mundo, ¡tú debes meterte en el mundo!" Tras varios meses de deliberaciones (!), el compositor aceptó la oferta. En octubre de 1868, a la edad de 44 años, se mudó a Viena y así comenzó una nueva fase de su vida. Dejó atrás una carrera de compositor principalmente de música eclesiástica y se convirtió en compositor de sinfonías. Es verdad que ya había terminado tres sinfonías (dos trabajos juveniles y la Primera), pero su verdadera madurez como compositor sinfónico se inició con la Segunda Sinfonía.

Bruckner pudo complementar sus ingresos actuando como organista en la Capilla Imperial. Su fama como intérprete superaba ampliamente su re­putación como compositor. Fue invitado a representar a Austria en un certa­men internacional de organistas en Francia donde logró ganar el primer pre­mio. Como consecuencia, fue el único austríaco invitado a tocar en la Exposición Internacional de Londres de 1871. Los viajes de Bruckner a Francia y a Inglaterra terminaron siendo los únicos viajes internacionales de este músico de provincia.

En Londres, Bruckner se sintió entusiasmado al ver "en todas partes mi nombre en letras más grandes que yo mismo". Desgraciadamente, el público británico estaba furioso por el hecho de que se hubiera invitado a muchos or­ganistas extranjeros mientras que se había omitido a ejecutantes ingleses. En consecuencia, las críticas fueron desfavorables, si bien a Bruckner le fue mejor que a los demás organistas. Se le ofreció la oportunidad de pagar para con­seguir una crítica favorable, cosa que él rechazó airadamente.

Mientras estaba en Inglaterra, Bruckner empezó a componer la Segunda Sinfonía. Hizo el esfuerzo consciente de escribir una pieza más simple que la Primera Sinfonía, porque varios críticos se habían quejado de las compleji­dades de esa obra. La buena voluntad del compositor para aceptar y actuar de acuerdo con la crítica, que provenía de músicos menos eruditos, presagió la tolerancia que manifestó durante toda su vida con respecto a las sugerencias de cortes y modificaciones en sus sinfonías. Como persona, Bruckner era una extraña mezcla de confianza y desconfianza en sí mismo. Siempre hablaba de su inconmovible fe en sus sinfonías y, sin embargo, repetidamente se inclinaba ante las solicitudes de "mejorarlas". Su biógrafo Edwin Doernberg cree que el problema radicaba en "el profundamente arraigado y sumiso respeto a las 'autoridades'" de Bruckner. Cualquiera que hubiera alcanzado una posición respetable, ya se tratara del crítico de un periódico o del director de una orquesta, era una autoridad y el compositor, aunque tenía casi 50 años, se inclinaba ante las opiniones de aquellos cuyas posiciones respetaba. Su deseo de escribir la sinfonía simple, que los críticos habían exigido, le causó gran dificultad. Admitió: "Me asustaron tanto que tenía miedo de ser yo mismo."

Decidió que más simple quería decir más claro y compuso un primer movimiento con numerosas pausas entre las secciones a fin de delinear más claramente la estructura de la sonata. Una vez terminada la sinfonía, fue ensa­yada por la Orquesta Filarmónica de Viena bajo la dirección de Otto Dessof. El director desechó la obra por tonta y uno de los músicos de la orquesta la apodó la "Sinfonía de las Pausas". Se le pidió al compositor que hiciera algunos cortes y 61 aceptó eliminar alrededor de 30 o 40 compases. Pero este gesto no fue suficiente para Dessof, que quería que la sinfonía fuera abreviada sustancialmente. La partitura fue devuelta al compositor.

Bruckner no cejó en su intento de lograr una presentación de la obra. Con la ayuda de un patrocinador, alquiló la Filarmónica y la dirigió él mismo. A los miembros de la orquesta la obra seguía sin gustarles, pero actuaron como profesionales e hicieron lo que mejor pudieron. Como el patrocinador de Bruckner había pagado por una gran cantidad de ensayos, la función anduvo bien. Y fue muy bien recibida, aunque los críticos, no obstante, se quejaron de la música. Bruckner escribió una carta de agradecimiento a la orquesta:

"Jamás en mi vida podré expresar en palabras -y menos aun recompensar- todo lo que ustedes hicieron por mí ayer con tan­ta infinita amabilidad y en toda la vasta amplitud de su realización artística en la cual (si fuera posible) se superaron a sí mismos. Pero al menos puedo intentar expresar mi profunda emoción y mi infinita gratitud hacia ustedes. Les pido, pues, caballeros, que acepten mi agradecimiento profundo y sincero."

El compositor pidió permiso para dedicar la sinfonía a la Filarmónica. Como la dirección de la orquesta nunca respondió a esta carta, Bruckner decidió dedicar esta sinfonía a Liszt en vez de a la Filarmónica. A Líszt, Bruckner nunca le había gustado mucho y le escribió una carta de agradecimiento indiferente. Poco después el compositor húngaro extravió el manuscrito, que afortunadamente encontró su camino de vuelta al ofendido compositor de la sinfonía. Aparentemente Liszt jamás se dio cuenta, ni siquiera, de que había perdido la partitura. Finalmente, Bruckner decidió que no le dedicaría la obra a nadie.

Herbeck, el amigo de Bruckner, sugirió hacer extensos cortes y revisiones, con el propósito de lograr que la sinfonía fuera más fácil para directores y críticos. Herbeck esperaba hacerla más convencional, cuando en realidad esta es la primera obra en la que la singular personalidad musical de Bruckner emergió por completo. Con toda seguridad, Herbeck lo hacía pensando since­ramente en beneficiar a Bruckner, pero no era músico de la misma magnitud que el compositor y era incapaz de reconocer el carácter único de su música. Las dudas propias de Bruckner salieron a la superficie y este, con desgana, se mostró de acuerdo en eliminar grandes secciones y hacer otras modificaciones. De este modo comenzó la lucha de toda su vida con las revisiones y los amigos bien intencionados que deseaban embellecer sus sinfonías.

La nueva versión quedó terminada en 1876. Para entonces Bruckner había terminado las primeras versiones de la Tercera, Cuarta y Quinta Sinfonías. Las revisiones posteriores de la Segunda fueron menores, de manera que existen fundamentalmente dos partituras diferentes: la versión original y la revisión de Bruckner-Herbeck.

Ambas versiones se escuchan actualmente y tanto la una como la otra tienen sus defensores apasionados. La versión original es más equilibrada desde el punto de vista estructural, pero en algunos sentidos es más cruda. La revisión se hizo cuando el compositor ya tenía más experiencia en escribir para orquesta y por lo tanto parte de la orquestación es más sonora. Pero los cortes oscurecen algunas de las proporciones formales, de modo que la versión revisada es menos satisfactoria como conjunto. Los sentimientos del compositor mismo no ayudan para nada. Se mantuvo a favor de la revisión en forma terminante, pero quizá lo hizo por lealtad a Herbeck, que había muerto poco después de terminada su colaboración. Por otra parte, Bruckner nunca destruyó la partitura original, lo cual podría haber hecho si realmente hubiera creído que era, como la llamaba, nada más que un "arreglo antiguo".

Las pausas notorias del primer movimiento, que habían ridiculizado los músicos de la Filarmónica de Viena, no sólo sirvieron para delinear la forma. También crearon la típica estructura en bloque de todas las sinfonías posteriores de Bruckner. Cada sección es internamente continua, pero las junturas, marcadas por pausas (silencios literales o notas sostenidas suavemente), son muy inquietantes. El resultado es una música de un lirismo maravillosamente romántico y serena en la superficie, pero con una innegable corriente subterránea de intensidad. Si bien no hay razón para buscar una fuente de programa de esta contradicción, constituye un paralelo de la personalidad de Bruckner. Hombre sereno y plácido, él se sentía consumido por un torbellino interior que muchas veces irrumpió en forma de desórdenes nerviosos. De modo similar, la gracia casi propia de Schubert de la sinfonía se ve muchas veces interrumpida por discontinuidades ajenas a su lirismo, pero que aluden a emociones más oscuras que se encuentran bajo la superficie. El compositor explicó este movimiento con sencillez; "Cuando quiero presentar una idea nueva e importante, debo detenerme para recobrar el aliento." Pero en las pausas hay un significado mucho más profundo que lo que Bruckner comprendió conscientemente.

El movimiento lento tiene casi tantas pausas como el moderato, aunque estas tienden a romper menos la unidad. Así se permite el inherente lirismo elevarse indefinidamente, en especial en el último tercio del movimiento. Un detalle interesante es que Bruckner usa en la coda música del Benedictus de su Misa en Fa menor, compuesta poco antes que la sinfonía.

Debido a su carácter semejante a una danza, el tercer movimiento tiene menos pausas. Particularmente continua (aunque no totalmente desprovista de pausas) es la sección idílica del trío, un Landler maravillosamente nostálgico.

El final es el más discontinuo de los movimientos. Diferentes materiales y diferentes humores se enfrentan entre sí, a menudo ni siquiera entre pausas, como en los movimientos anteriores. Fanfarrias, un íntimo pasaje lento (otra cita de la Misa en Fa menor, esta vez del Kyrie), melodías líricas, pasajes de gran plenitud, incluso un scherzo pícaro (en el que los instrumentos alternan rápidamente, nota por nota), el movimiento contiene gran variedad.




Gustav Mahler o las tribulaciones de un hombre
Héctor Valle

La forja de una obra magistral

Para algunos la vida es un silencio que cubre y cubrirá todo su compás, en tanto que para otros la vida, al compartirla y oírla, es y será una melodía con semitonos, con altibajos, aunque hermosa en diseño y resonancia.

Esta charla la dividiremos, ya que de música hablamos, en cuatro tiempos puesto que hablaremos del pentagrama de la vida.

La labor sinfónica

Gustav Mahler solía decir que para él componer una sinfonía equivalía a un acto de creación del mundo. Las sinfonías de Mahler constituyen un viaje psicológico. Influyen en él tanto Beethoven como Brahms, Wagner y Bruckner.

Así como lo hicieran Wagner y Brahms, Mahler utilizó recursos orquestales, anticipándose al siglo XX en la búsqueda del color en los diferentes instrumentos, bien como el incluir la mandolina y el armonio, instrumentos poco usuales. También, como Beethoven, hizo uso de la música coral y vocal en la sinfonía Novena en Re Menor, opus 125, con textos, de Friedrich Schiller, obteniendo así una conjunción musical dramática como aquella que Wagner procurara en sus dramas musicales.

Algo propio de Mahler es que su música es de tipo contrapuntístico, en tanto consideraba a la orquestación como herramienta para lograr la mayor claridad posible en las diferentes líneas musicales.

Así y todo, sus sinfonías, reitero, constituyen un viaje psicológico en forma de batalla titánica entre el optimismo y la desesperación, expresados con ironía. Mezcla de alegría y desesperación que, enfatizo, como identificara Sigmund Freud, tiene su origen en sus tristes recuerdos de infancia y son, pues, la faceta central del carácter del compositor. Nuestro músico logra, con su obra, transmitirnos la vulnerabilidad humana, de la mano o al amparo de una consumada musicalidad.

Veamos luego que cuando el compositor lo tenía todo: amante esposa, una pequeña hija, buena salud, al tiempo que llevaba ya siete años ocupando el puesto de mayor prestigio al que un músico podía aspirar entonces, al ser director de la Ópera Imperial de Viena, Mahler compone temas mortuorios,; fuertemente lúgubres.

Me refiero, principalmente, al final de la Sexta sinfonía y a sus Canciones sobre la muerte de los niños. Al hacerlo, Mahler no hizo sino anticiparse en dos años a la tragedia que habría de padecer al morir su hija.

En este sentido, en lo trágico, el final del último Lied, traduce los poemas de Rückert, con un clima sonoro de cámara bien logrado y que deja entrever una aceptación serena y resignada de la tragedia.

La estrofa original del último poema, teniendo como protagonistas a los niños muertos, dice así:

En este clima, en esta tormenta,
en este tumulto
ellos están descansando, como en la casa de su madre,
a salvo de cualquier tempestad,
protegidos por la mano de Dios,
ellos están descansando, como en la casa de su madre!

Decía un crítico que es precisamente el manejo de extremos irreconciliables lo que permita a Gustav Mahler realizar su ideal de hacer que una sinfonía sea un mundo.

La Sinfonía Nº 5 en do Sostenido menor
Adagietto

Apelo a la crónica al citar que a los cuarenta años de edad, esto es en 1901, Mahler trazó los primeros esbozos de su quinta sinfonía. La misma marca el comienzo de los años de madurez como compositor.

Para el montaje orquestal eligió amplios elementos instrumentales, que incluían seis trompas y cuatro trompetas. Dividió la sinfonía en tres partes, con cinco movimientos.

Tras su primera ejecución, Mahler rehizo la orquestación y continuó haciéndolo hasta casi su muerte, en 1911.

Hacia el final de su vida, escribió en una carta desde New York: He terminado la Quinta. Realmente hay que completar la reorquestación. El resultado de esas revisiones constantes han sido las tres versiones diferentes impresas.

El director holandés Willem Mengelberg, quien después sería el heraldo de las obras de Mahler, en carga a un amigo le manifestaba que: la Quinta es muy, muy difícil..

Para Aristóteles, cada una de las virtudes en particular depende de la mesotes, de la equidistancia de los vicios opuestos, por exceso y por defecto, que la virtud, desde su altura, descalifica sin mediar, de tal suerte que el valor, por ejemplo, se yergue entre la temeridad y la cobardía o la liberalidad entre la prodigalidad y la avaricia.

Respecto de la música del universo y el hecho de si se la escucha o no, sirve de ejemplo decir que a la mayoría de los hombres les sucede lo que a aquellos que viven junto a las cataratas del Nilo: que no oyen su fragor, según gustaba de ejemplificar Cicerón.

Gustav Mahler tuvo oídos para escucharla y contó con aquella fuerza que parte del espíritu para hacer de la música una camino de trascendencia. Camino este que estuvo surcado por el dolor, las contradicciones, el aislamiento mas siempre con una prodigalidad con una voluntad de ser y de hacer que superó con creces los avatares de su vida, una vida profundamente turbada por lo humano.

Es él quien se define en tres afirmaciones que pasamos a compartir:

Soy triplemente desarraigado: Como nativo de Bohemia, Austria.
Como austríaco entre alemanes.
Y como judío en todo el mundo. Siempre un intruso nunca bienvenido.

Luego ahondaría al responder sobre lo religioso: 

¿Mis creencias? Soy un músico, eso lo dice todo.?
La sinfonía es el Mundo. La Sinfonía debe abarcarlo todo.

A escasos días de su aniversario, 7 de julio de 1860, y a pocas semanas de la fecha de su fallecimiento, 18 de mayo de 1911, visitamos a este gran hombre y músico.

Es junto a ustedes que lo hago y esto responde a una intencionalidad muy clara: nuestra hora, este momento aunque también la vida toda. Es decir, siendo lo anecdótico más que difícil de vivir para todos nosotros, hoy por hoy, existe y uno intenta aprehenderlo un sentido ulterior, un hacer sin calcular que responde al proyecto de cada una de nuestras vidas, de cada uno de nuestros más caros anhelos como de nuestros más insondables temores. Estamos ante la forja del carácter, ustedes, los jóvenes, como nadie lo están y son, a no dudarlo, el futuro en nuestro presente. 

Por eso estar hoy con Mahler es una invitación a la lucha digna y trascendente de lo inefable, de lo inasible. Aquel tipo de lucha que no se desarrolla en campo de batalla alguno sino en el sustrato ético y moral de nuestras vidas y nuestras acciones cotidianas.

Su corazón abrumado fue el más devoto constructor de sinfonías, modelo que desarrolló y perfeccionó hacia formas grandiosas, portadoras de preocupaciones místicas, como su horror a la muerte, y de un mensaje trascendente. Integró, en substancia, la palabra en la forma musical sinfónica, y a la voz humana en la orquesta. 

Su obra refleja un conflicto espiritual intenso, cargado de dolor moral y de lucha fáustica por el conocimiento.

Vemos un ejemplo de sus sueños y sus temores cuando afirmaba que un gran ejemplo para las personas creativas es Jacob, decía Mahler, que lucha contra Dios hasta que él lo bendice. A mí tampoco quiere Dios darme su bendición. Sólo a través de las despiadadas batallas que debo sostener para crear mi música la recibo finalmente., concluye Mahler. Sugiero visitar a Jacob en el texto bíblico, donde seguramente habremos de encontrar un manantial en el que podamos beber en comprensión y sabiduría.

La música de Mahler es el puente entre el siglo XIX y el siglo XX. Fue un gran maestro, un innovador radical. Visto está que los públicos de todo el mundo escuchan hoy en su música una voz que les habla en términos que ellos pueden comprender.

¿Por qué? Porque es una música de exultación y esperanza; de fatalismo y optimismo; de angustiado cuestionamiento y de afirmación universal; de intensidad emocional, de aislamiento intelectual y sabiduría humana, junto con un cansancio del mundo. Todo esto es la esencia de Mahler cuya influencia se extiende por doquier.

En él confluyen tanto el romanticismo que llegaba a su fin, junto con la exploración de nuevos territorios musicales que serán conquistados por otros compositores. Es decir, Mahler se encuentra entre el romanticismo y la modernidad. Y junto con él están en ese punto de inflexión, el alemán Richard Strauss y el ruso Alexandr Scriabin.

Seamos claros, Mahler fue un ser conflictivo, neurótico, hipocondríaco pero un constructor musical, un creador que logra sublimar el dolor y la enfermedad en una obra singularísima donde el ideal mahleriano excede lo propio, lo personal y resulta ser un maravilloso retrato de época y por qué no, para nosotros lo central en lo mahleriano es que su obra es la expresión sonora de angustias, desasosiegos, intrincados dibujos psicológicos del prototipo del hombre contemporáneo.

No es contradictorio afirmar que encontramos en su obra una creciente tendencia a la simplicidad en la música. Obra que impactó como también influyó grandemente en músicos tales como Arnold Schönberg y Alban Berg.

http://antroposmoderno.com/antro-articulo.php?id_articulo=102


martes, 18 de noviembre de 2014


Poema del otoño - Rubén Darío


Tú, que estás la barba en la mano 
meditabundo, 
¿has dejado pasar, hermano, 
la flor del mundo? 

Te lamentas de los ayeres 
con quejas vanas: 
¡aún hay promesas de placeres 
en los mañanas! 

Aún puedes casar la olorosa 
rosa y el lis, 
y hay mirtos para tu orgullosa 
cabeza gris. 

El alma ahíta cruel inmola 
lo que la alegra, 
como Zingua, reina de Angola, 
lúbrica negra. 

Tú has gozado de la hora amable, 
y oyes después 
la imprecación del formidable 
Eclesiastés. 

El domingo de amor te hechiza; 
mas mira cómo 
llega el miércoles de ceniza; 
Memento, homo... 

Por eso hacia el florido monte 
las almas van, 
y se explican Anacreonte 
y Omar Kayam. 

Huyendo del mal, de improviso 
se entra en el mal, 
por la puerta del paraíso 
artificial. 

Y no obstante la vida es bella, 
por poseer 
la perla, la rosa, la estrella 
y la mujer. 

Lucifer brilla. Canta el ronco 
mar. Y se pierde 
Silvano, oculto tras el tronco 
del haya verde. 

Y sentimos la vida pura, 
clara, real, 
cuando la envuelve la dulzura 
primaveral. 

¿Para qué las envidias viles 
y las injurias, 
cuando retuercen sus reptiles 
pálidas furias? 

¿Para qué los odios funestos 
de los ingratos? 
¿Para qué los lívidos gestos 
de los Pilatos? 

¡Si lo terreno acaba, en suma, 
cielo e infierno, 
y nuestras vidas son la espuma 
de un mar eterno! 

Lavemos bien de nuestra veste 
la amarga prosa; 
soñemos en una celeste 
mística rosa. 

Cojamos la flor del instante; 
¡la melodía 
de la mágica alondra cante 
la miel del día! 

Amor a su fiesta convida 
y nos corona. 
Todos tenemos en la vida 
nuestra Verona. 

Aun en la hora crepuscular 
canta una voz: 
«Ruth, risueña, viene a espigar 
para Booz!» 

Mas coged la flor del instante, 
cuando en Oriente 
nace el alba para el fragante 
adolescente. 

¡Oh! Niño que con Eros juegas, 
niños lozanos, 
danzad como las ninfas griegas 
y los silvanos. 

El viejo tiempo todo roe 
y va de prisa; 
sabed vencerle, Cintia, Cloe 
y Cidalisa. 

Trocad por rosas azahares, 
que suena el son 
de aquel Cantar de los Cantares 
de Salomón. 

Príapo vela en los jardines 
que Cipris huella; 
Hécate hace aullar a los mastines; 
mas Diana es bella; 

y apenas envuelta en los velos 
de la ilusión, 
baja a los bosques de los cielos 
por Endimión. 

¡Adolescencia! Amor te dora 
con su virtud; 
goza del beso de la aurora, 
¡oh juventud! 

¡Desventurado el que ha cogido 
tarde la flor! 
Y ¡ay de aquel que nunca ha sabido 
lo que es amor! 

Yo he visto en tierra tropical 
la sangre arder, 
como en un cáliz de cristal, 
en la mujer 

Y en todas partes la que ama 
y se consume 
como una flor hecha de llama 
y de perfume. 

Abrasaos en esa llama 
y respirad 
ese perfume que embalsama 
la Humanidad. 

Gozad de la carne, ese bien 
que hoy nos hechiza, 
y después se tornará en 
polvo y ceniza. 

Gozad del sol, de la pagana 
luz de sus fuegos; 
gozad del sol, porque mañana 
estaréis ciegos. 

Gozad de la dulce armonía 
que a Apolo invoca; 
gozad del canto, porque un día 
no tendréis boca. 

Gozad de la tierra que un 
bien cierto encierra; 
gozad, porque no estáis aún 
bajo la tierra. 

Apartad el temor que os hiela 
y que os restringe; 
la paloma de Venus vuela 
sobre la Esfinge. 

Aún vencen muerte, tiempo y hado 
las amorosas; 
en las tumbas se han encontrado 
mirtos y rosas. 

Aún Anadiódema en sus lidias 
nos da su ayuda; 
aún resurge en la obra de Fidias 
Friné desnuda. 

Vive el bíblico Adán robusto, 
de sangre humana, 
y aún siente nuestra lengua el gusto 
de la manzana. 

Y hace de este globo viviente 
fuerza y acción 
la universal y omnipotente 
fecundación. 

El corazón del cielo late 
por la victoria 
de este vivir, que es un combate 
y es una gloria. 

Pues aunque hay pena y nos agravia 
el sino adverso, 
en nosotros corre la savia 
del universo. 

Nuestro cráneo guarda el vibrar 
de tierra y sol, 
como el ruido de la mar 
el caracol. 

La sal del mar en nuestras venas 
va a borbotones; 
tenemos sangre de sirenas 
y de tritones. 

A nosotros encinas, lauros, 
frondas espesas; 
tenemos carne de centauros 
y satiresas. 

En nosotros la vida vierte 
fuerza y calor. 
¡Vamos al reino de la Muerte 
por el camino del Amor!