Walt Disney quería resaltar el contraste
entre lo sagrado y lo profano para crear el clímax final de Fantasía, para ello
unirían las dos últimas piezas "Noche en el Monte Pelado" y "Ave
María". La primera tiene un final muy suave que combina con el principio
de la segunda. Así las campanas que anuncian el alba en "Noche en el Monte
Pelado", parecen las mismas que llaman a los creyentes a orar en "Ave
María"
La letra fue adaptada al inglés especialmente
para la película por la poetisa Rachel Field, y no es el ortodoxo Ave María,
sino que recita un poema secular en lugar de la letra tradicional en Latín. En
la escena vemos una procesión de creyentes que portan faros y se adentran en
los bosques cuyas ramas van formando arcos góticos que recuerdan a una
catedral. Con los primeros rayos de sol sabemos que el bien ha vencido al mal y
la luz a la oscuridad.
El Ave María fue compuesta aproximadamente en 1825 por Franz Schubert
(1797-1828) cuando él tenía veintiocho años,lleno de devoción por la Santísima
Virgen a María.
Fue escrito para voz y piano y primero publicado en 1826 como
Op 52 No 6.
Las
letras usadas mas comunmente en la musica de Schubert, no son las letras que el
compositor coloco originalmente para la musica.
Franz Schubert ,de hecho,
escribio originalmente la musica para un extracto del poema “The lady of the lake”
,de Sir Walter Scott (1771-1832), que fue traducido al alemán por Adam Storck.
Schubert
llamó su pieza “Ellens dritter Gesang” (la tercera canción de Ellen).
En este
extracto particular del poema, la heroína, Ellen Douglas, está huyendo y reza a
la Virgen María.
Una
carta de Schubert a su padre y a su madrastra se refiere a la música de su Ave
María:
"Mis nuevas canciones de la Dama del Lago,de Scott, tuvieron
especialmente mucho éxito. Ellos también se maravillaron enormemente en mi
piedad, que expresé en un himno a la Virgen Santa y que aparece, toma cada alma
y la enfoca a la devoción. "
Infinidad
de artistas han versionado esta obra a través de la historia; Luciano
Pavarotti, Plácido Domingo, Montserrat Caballé, Andrea Boccelli, etc. etc.
FANTASIA: Noche en el Monte
Pelado de Modeste Moussorgsky
El
penúltimo fragmento de Fantasía es también el más aterrador.
Walt
Disney quería que en su película quedase representada la lucha entre el bien y
el mal y que, por supuesto, quedase bien patente la victoria del lado del bien,
demostrando así el triunfo de lo sagrado sobre lo profano. También quería que
esa fuese la parte culminante de la película.
"Noche en el Monte Pelado" fue
compuesta para un drama llamado "Las Brujas" que representaba el día
libre de las brujas y hechiceros con el triunfo de Belcebú, dueño del mal.
Moussorgsky representó con su música un misterio sobrenatural utilizando
armonías extrañas e insusuales en la pieza.
El segmento animado tiene lugar en el Monte
Pelado, en Ucrania. Los artistas usaron ideas propias del compositor en el
corto, como la aparición del gran demonio Chernobog en la cima del monte, tan
grande como un edificio de 15 pisos. Espíritus que salen de sus tumbas y corren
a reunirse con él, jugando entre sus manos y bailando a su alrededor a la luz
de las llamas del infierno. Toda una fiesta pagana que continua hasta el
amanecer. Es entonces cuando las campanas y la luz del día espantan a los malos
espíritus y Chernabog, derrotado, pliega sus alas demoníacas y se vuelve a
quedar aletargado en la cima.
Noche en el
Monte Calvo fue iniciada el 10 de junio de 1867 y terminada por primera vez el 23 de junio de 1867.
Luego hubo numerosas revisiones y nunca se interpretó durante la vida de
Mussorgsky. Noche en el Monte Calvo es la única obra orquestal de Mussorgsky y,
aparte de Cuadros de una Exposición para piano solista, es la única obra
instrumental de su escasa producción. Noche tiene una historia extremadamente
confusa.
La primera referencia a la demoníaca idea que subyace bajo la pieza se remonta
al día de Navidad de 1858, cuando el compositor de 19 años y su hermano
esbozaron un esquema para una ópera de tres actos basada en Víspera de San
Juan, de Gogol. Sin embargo, nada resultó de esta idea. Tres años más tarde el
compositor afirmó que le habían encargado poner música a un acto del drama La
Bruja, del barón Mengden. El acto estaba destinado a describir el aquelarre de
las brujas en la noche de San Juan. Sin embargo, no se ha encontrado ninguna
otra evidencia de ese encargo. Probablemente fue una expresión de deseos de
parte de Mussorgsky. Jamás compuso la música.
Mussorgsky fue miembro de un grupo de compositores conocidos como los Chico
Rusos. La historia posterior de Noche en el Monte Calvo involucra a otros dos
compositores de estos cinco: Mily Balakirev, el imponente líder del grupo, que
alentaba su nacionalismo ruso, y Nicolai Rimsky-Korsakov, el conservador que
finalmente adoptó los modos de acercamiento más disciplinados que había
aprendido de sus contemporáneos europeos occidentales. En abril de 1866
Mussorgsky escribió a Balakirev que estaba trabajando en una música de brujas,
en la forma de un poema tonal. No terminó la pieza hasta más de un año más
tarde. En ese momento manifestó haberla compuesto sin esbozos, directamente en
la partitura orquestal, en dos semanas. Estaba convencido del éxito de la obra.
Se la dedicó a Balakirev y escribió sobre ella a Rimsky-Korsakov:
"El 23 de junio, en la víspera del día
de San Juan, terminé con la ayuda de Dios La Noche de San Juan en el Monte
Calvo, una pintura musical con el siguiente programa: Asamblea de las brujas,
su charla y chismorreo; El cortejo de Satán; La impía glorificación de Satán; y
Aquelarre de las brujas."
Después
de un análisis técnico de la obra, el compositor continuaba:
“En mi opinión, la Noche de San Juan es algo
nuevo y está destinada a producir una impresión satisfactoria en un músico
serio. Lamento que la distancia nos separe, porque me gustaría: que
examináramos juntos la recién nacida orquestación... Hay; un libro, Brujerías
de Khotinsky, que contiene una descripción muy gráfica de un aquelarre de
brujas proporcionado por el testimonio de una mujer en un juicio, que fue
acusada de ser una bruja y había confesado a la corte sus devaneos amorosos con
el mismo Satán. La pobre lunática fue quemada: esto ocurrió en el siglo XVI. A
partir de esta descripción hice la construcción del aquelarre.
El
pasaje del libro de Khotinsky que estimuló la imaginación de Mussorgsky es el
siguiente:
Los aquelarres, o festividades del espíritu
del mal, donde se reunían hechiceros y brujos, por lo general tenían lugar en
las alturas de montes aislados, tales como Brocken o Brocksberg en Alemania,
Blokula en Suecia y el Monte Calvo, cerca de Kiev. Muchas mujeres y hombres
asistían a esas reuniones y las brujas eran las más honradas por el Demonio...
El que se embadurnaba con un ungüento especial caía en un profundo sueño.
Entonces veía al Diablo en la forma de un negro macho cabrío, sentado en una
piedra o en un tocón de árbol podrido... El macho cabrío era venerado del modo
más vil... Empezaban las danzas en las que hombres y mujeres bailaban entre sí
y también con los demonios que constituían el séquito del Demonio. La mayoría
de ellos tenía la apariencia de lobos, machos cabríos, sapos y toda clase de
reptiles. De inmediato se transformaban en apuestos jóvenes que se convertían
en las parejas de las mujeres que asistían al aquelarre. Por lo general,
bailaban espalda contra espalda. A esta altura ocurrían cosas inenarrablemente
viles... Los aquelarres podían producirse cualquier noche y sólo diferían en el
carácter de los pecados y de las cosas viles que tenían lugar allí. Sin
embargo, por lo general se realizaban los viernes, la víspera del sábado, y el
aquelarre principal anual se celebraba en la víspera de San Juan... Por la
noche, las brujas, con el cabello suelto sobre los hombros, montaban sus
escobas, tenedores de hornos, palas, escobas de ramas o escobas de paja y
salían volando por las chimeneas hacia el aquelarre en el Monte Calvo.
La
carta de Mussorgsky a Rimsky-Korsakov indica su necesidad de comentar la
orquestación con un colega más experimentado. Pero primero tenía que enviar la
partitura a Balakirev para obtener su aprobación y posiblemente un estreno.
Mussorgsky se regocijaba con el éxito de su música, pero cuando Balakirev
respondió, después de un prolongado retraso, el regocijo se convirtió en
aflicción. El mentor de Mussorgsky no pudo apreciar la audacia armónica de la
obra y expresó su desaprobación abiertamente. No se vislumbraba estreno alguno
en el futuro. Rimsky-Korsakov tampoco tuvo una gran opinión de esta composición
sorprendentemente original. Mussorgsky dejó la obra a un lado y continuó con
otros proyectos.
Encaró la composición nuevamente en 1872. El director del Teatro Imperial
encargó a cuatro de los Cinco Rusos que hicieran en colaboración una elaborada
ópera-ballet, Miada. A Mussorgsky y Rimsky-Korsakov, que por aquel tiempo
compartían el alojamiento, se les asignaron los actos segundo y tercero.
Mussorgsky tenía que proporcionar la marcha de una procesión, una vivida escena
de mercado y una escena fantástica para la cual volvió a arreglar Noche en el
Monte Calvo, agregándole partes corales. El trabajo en colaboración no funcionó
y Miada fue abandonada. La segunda versión de Noche ha sido preservada.
En 1874, el compositor inició una ópera cómica, la Feria de Sorochintsky.
Aunque nunca la terminó, reelaboró la versión de Noche para coro y la orquesta
para incluirla en la ópera. Esta fue la última versión de la pieza que realizó
el compositor. Pero la historia no termina con la muerte de Mussorgsky,
ocurrida siete años después.
Rimsky-Korsakov, que sentía que Noche en el Monte Calvo tenía muchos efectos
maravillosos, trató de resucitarla después de la muerte de su amigo.
Probablemente usó la versión final, que era más suave que la versión para
orquesta solamente. Rimsky manifestó que originariamente la pieza era para
piano y orquesta, pero su memoria era notablemente mala y nunca surgió ninguna
otra evidencia que sugiriera la existencia de esta versión. Suavizó muchas de
las irregularidades y mejoró la orquestación. En muchos sentidos su partitura
está tan alejada de la original que es mejor llamarla una fantasía sobre temas
de Noche en el Monte Calvo.
La partitura original finalmente fue publicada en 1968. Difiere
considerablemente de la versión de Rimsky. Demuestra tanto la originalidad de
Mussorgsky como su inexperiencia en lo que respecta a la forma y la
orquestación. Se la toca de vez en cuando, pero no ha remplazado la famosa
fantasía de Rimsky. Además, hay razones para dudar de que en realidad sea
exactamente la primera versión, porque carece de un tema importante que
Mussorgsky citó en la carta escrita a Rimsky poco después de haber terminado la
pieza por primera vez.
FANTASIA: La Danza de las Horas de Amilcare Ponchielli
Ponchielli,
gran compositor de ópera italiana moderna compuso la "Danza de las
Horas" como parte de su ópera "La Gioconda", estrenada en 1876.
Los
artistas de Disney hicieron una interpretación cómica de la pieza, para lo cual
no tuvieron ningún reparo, ya que es una obra popularmente conocida.
La
singular parodia del Ballet interpretado por un grupo de avestruces, hipótamos,
elefantes y cocodrilos cuenta con diseños inspirados por el artista alemán Heinrich
Kley.
En
este segmento, cada grupo de animales va sustituyendo al anterior según avanzan
las horas del día: Los avestruces al amanecer, los hipopótamos a medio día, los
elefantes al anochecer y los cocodrilos en plena noche.
Como
ya iba siendo costumbre, los artistas de Disney pasaron horas estudiando a los
animales en el zoo y numerosas representaciones de ballet. Las bailarinas
fueron filmadas con el fin de que los animadores pudieran estudiar sus pasos
más detenidamente.
La década de 1870-1880 fue rica en óperas nuevas que habrían de entrar en la historia. Entre ellas se cuentan Il guaraní (1870) de Gomes, que se convirtió en la ópera nacional del Brasil; Aida (1871) de Verdi; Borís Godunov (1874) de Mussorgski; Carmen (1875) de Bizet; El anillo del Nibelungo (1876) de Wagner, con motivo de los primeros festivales de Bayreuth; Eugenio Onieguin (1879) de Chaikovski; en total, un gran ramo de óperas famosas, a las que el 8 de abril de 1876 se añadió en la Scala de Milán La Gioconda de Ponchielli, recibida con un clamoroso júbilo. Desde entonces no ha habido ningún escenario importante del mundo que no haya representado esta ópera.
Amilcare Ponchielli nació el 31 de agosto de 1834 en las cercanías de Cremona. Estudió en el Conservatorio de Milán, donde escribió su primera ópera. Luego fue organista en Bérgamo y Cremona, y en esta última ciudad fue además profesor de composición (de Puccini entre otros). Sus once óperas le aportaron alguna celebridad en Italia, y con su Gioconda alcanzó fama mundial. Su estilo está entre el romanticismo y el naturalismo, es muy efectivo y contiene más elementos sinfónicos que la mayoría de las obras de sus contemporáneos italianos. Hay que destacar especialmente que el canto alcanza en su obra un gran desarrollo y llega a espléndidas cimas. Ponchielli murió en Milán el 16 de enero de 1886.
Arrigo Boito, usando como seudónimo el anagrama «Tobia Gomo», que apenas lo oculta, hizo varias modificaciones radicales en la obra de Victor Hugo, trasladó la acción de Padua a Venecia y le dio el título atractivo pero discutible de La Gioconda; significa propiamente, como se sabe, la alegre, la jocunda, y por el famoso cuadro de Leonardo da Vinci, se pone en relación con una misteriosa sonrisa. No se dice absolutamente nada de ambas en la ópera, ni de la modelo del cuadro ni de la sonrisa. ¿Quiso señalar con ello Arrigo Boito que una cantante callejera, esto es, la soprano dramática convertida en figura principal, debe sonreír en el ejercicio de su profesión? Se pueden hacer al libreto, a pesar de los dos padres ilustres que posee, Hugo y Boito, graves objeciones. Es inverosímil, excesivamente romántico y efectista; y sin embargo, ponerlo en música ha tentado a varios compositores.
Angelo, tirano de Padua, de Victor Hugo, ha sido puesto en música varias veces. La versión de Ponchielli es contemporánea de la del ruso César Cui, que apareció dos meses antes que la del italiano y ha sido completamente olvidada. La música de Ponchielli, en cambio, ha permanecido por su pasión, dramatismo e inspiración melódica. Muchos fragmentos se han grabado en el corazón de los amantes de la ópera («Voce di donna o d'angelo», «Cielo e mar», «Suicidio») y hoy, gracias a los discos que graban los cantantes famosos, son más populares que nunca. A ello se añade la «Danza de las horas», que se cuenta entre los ballets operísticos de más éxito. Unos pasajes de La Gioconda recuerdan a Verdi; otros permiten reconocer lo que Puccini debe a su maestro Ponchielli.
Qué vanidad imaginar
que puedo darte todo, el amor y la dicha,
itinerarios, música, juguetes.
Es cierto que es así:
todo lo mío te lo doy, es cierto,
pero todo lo mío no te basta
como a mí no me basta que me des
todo lo tuyo.
Por eso no seremos nunca
la pareja perfecta, la tarjeta postal,
si no somos capaces de aceptar
que sólo en la aritmética
el dos nace del uno más el uno.
Por ahí un papelito
que solamente dice:
Siempre fuiste mi espejo,
quiero decir que para verme tenía que mirarte.
Y este fragmento:
La lenta máquina del desamor
los engranajes del reflujo
los cuerpos que abandonan las almohadas
las sábanas los besos
y de pie ante el espejo interrogándose
cada uno a sí mismo
ya no mirándose entre ellos
ya no desnudos para el otro
ya no te amo,
mi amor.