Cuando alabé al Golden Retriever que paseaba en bicicleta y publiqué la noticia, mis hijas insistieron en que conociera a Carrie, la perra bailarina. Creí que exageraban en sus elogios, pero la equivocada era yo...¡¡¡es increíble!!! Sigue los pasos como si de una mujer se tratara, y disfruta compartiendo con su dueño: se nota la compenetración entre ambos.
¡Felicitaciones, Andrea por haber elegido una raza de perro tan especial!
Carrie, la perra bailarina
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