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sábado, 13 de diciembre de 2014


Ernest Bloch – Voz en el desierto
La más profunda reflexión de Bloch

Las obras del «ciclo judío» de Ernest Bloch tienen siempre un profundo mensaje de unción y de fe, con una actitud reflexiva acerca del hombre y su destino. Si bien no se basa en verdaderas melodías hebreas), en cambio sí tiene siempre en sus partituras inflexiones indiscutiblemente personales y enraizadas en la tradición de su raza.
Si dejamos de lado su Suite hebraica, de 1951 —una obra ya nostálgica del ya lejano «ciclo»—, Voz en el desierto es la última partitura de Bloch con inspiración judía. Y es bastante más difícil que las restantes obras del «ciclo». Reconcentrada, austera, sin ningún tipo de concesiones al melodismo de impacto inmediato, la obra es una reflexión final sobre el destino humano: la «voz que clama en el desierto» (Isaías, 40:3) ¿será la que anuncia los caminos del Señor de Israel?

Al oír esta obra —y sobre todo después de haber oído el Schelomó, la Sinfonía Israel o los Tres poemas judíos, todos ellos con su intenso melodismo y conmovedora emoción fácilmente comprensible—, nos puede resultar dificultosa su aprehensión y poco comprensible su intencionalidad. Pero un inteligente melómano debe insistir en escucharla, una y otra vez, hasta que su mensaje de interioridad y unción recóndita sea finalmente asimilado, y se aprecie así en su totalidad la belleza de la partitura.
El violonchelo, nuevamente, es la voz, la voz que clama en el desierto, como un San Juan Bautista que anuncia la maravilla de «Lo Venidero».
Para añadir un material muy valioso a esta mi introducción, transcribo el texto de Ernest Chapman que figura en el sobre del long-play de vinilo de donde he extraído esta grabación.

«Voz en el desierto, subtitulada ‘Poema sinfónico para orquesta con violonchelo obbligato’, fue compuesta en Chatel, Alta Saboya, en 1935. Existe una versión primitiva para violonchelo y piano, una segunda para violonchelo y orquesta (que es la que presentamos) y una tercera abreviada para piano solo, publicada bajo el título de Visiones y profecías. No hay un programa en torno de la obra, que mejor debe ser considerada como una serie de meditaciones, quizá sobre el destino del hombre. Comparada con otras partituras de Bloch, como Schelomó, esta obra es ascética, introvertida, casi filosófica, y, por otro lado, es más económica en el empleo del efecto y el color orquestal.
»Voz en el desierto consta de seis breves movimientos, independientes por completo unos de otros, pero unificados por su cohesión anímica y estilística y su pensamiento subyacente. Con todo, hay un tema que reaparece varias veces: es para cuerdas graves y vientos, y se escucha al comienzo mismo de la partitura. Cada movimiento sigue el mismo procedimiento general, que es además bastante infrecuente. Primero hay una enunciación puramente orquestal, con uno o más temas. Luego sigue una segunda sección, en la cual el violonchelo, acompañado por la orquesta, comenta y expande la primera parte. No hay separaciones efectivas entre los seis movimientos, pero como cada uno de ellos comienza con un definido cambio de atmósfera, no es dificultoso seguir la progresión de la obra.
»Una breve guía a los movimientos:
1. Moderato (poco lento). Principalmente grave y calmo en su expresión.
2. Poco lento. Aquí la atmósfera es decididamente oriental y remota, teñida de cierta amargura.
3. Moderato. Esta sección nos trae un claro cambio de atmósfera, que ahora es más enérgica, amplia y extrovertida. Se cierra con un acorde violentamente tenido para plena orquesta.
4. Adagio piacevole. Un idílico y soñador intermezzo que nuevamente presenta un sabor oriental.
5. Poco agitato. Un movimiento más pesado y poderoso que los anteriores. En este caso, el violonchelo comienza su comentario con una cadenza, mientras los compases conclusivos citan fragmentos de movimientos precedentes.
6. Allegro. Éste es el más vasto y sustancial de los movimientos, y concluye con una nota de poderío y esperanza. Hacia el final, el tema principal del primer movimiento y otros motivos presentados previamente son conmovedoramente rememorados.»








Bloch, Ernest

Siglo XX

Suiza / EE.UU. [1880-1959]
Nació en el seno de una acomodada familia de comerciantes judíos en Suiza. Estudió composición con Emile-Jacques Delcroze y violín con Rey; después, en Bruselas, con el violinista Eugéne Isaye y composición con Rasse; para continuar luego en Alemania con Ivan Knorr y Ludwig Thuille. No consiguió estrenar sus obras, por lo que regresó a Ginebra para trabajar con su padre. Durante esta época compuso una ópera adaptada de Macbeth, que finalmente fue aceptada para ser representada en la Opera Comique de París. En este período nació su interés por la música judía. En Estados Unidos se vió en una situación económica delicada, de la que salió con la ayuda de varios amigos músicos. Luego se dedicó a la educación musical y a la composición, para terminar encontrando el éxito con América. Finalmente su talento fue reconocido y recompensado con premios y honores.

Cronología

·                               1894-1896 Estudió composición y violín en Ginebra.
·                               1897-1901 Estudios en Bruselas, Frankfurt del Meno y Munich.
·                               1910 Estreno en la Opera Comique de la ópera Macbeth.
·                               1912 Comenzó a interesarse por hacer una música inspirada en melodías judías.
·                               1915 Dirigió el estreno de la Sinfonía en do sostenido menor.
·                               1916 Llegó a Estados Unidos como director de la compañía Maud Allen.
·                               1919 Le otorgaron el premio Elizabeth Sprague Coolidge por su Suite para violín y piano.
·                               1920-1925 Dirigió el Cleveland Institute of Music.
·                               1931 Recibió una pensión y se retira de la enseñanza.
·                               1942 Es elegido miembro de la Academia Americana de las Artes y las Letras.
·                               1959 Murió el 15 de julio en Portland, Oregón.

Principales Obras

·                                 1896-1901 Sinfonía Oriental, Andante (cuarteto de cuerdas).
·                                 1902-1911 Sinfonía en do sostenido menor, ópera Macbeth.
·                                 1912-1917 Tres poemas judíos,Schelomo, Israel. Tres Salmos para voz y orquesta.
·                                 1916-1919 Suite (viola y piano).
·                                 1920-1925 Concerto Grosso, Suite Baal Shem, Quinteto para piano.
·                                 1927 América (rapsodia).
·                                 1934 Servicio Sagrado.
·                                 1936-1950 Voz en el desierto (orquesta y violonchelo obbligato).



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