Desde el siglo XVIII el coleccionismo ha tenido una gran
importancia en Gran Bretaña. En principio sólo era una mera acumulación de
objetos de arte que interesaban por su belleza o por su rareza. Una vez
estudiadas las llamadas culturas clásicas, Grecia y Roma, y en especial después
del descubrimiento dela piedra Rossetta por las tropas deNapoleón, Egipto comenzó a interesar en
Europa. Con
el desarrollo de la arqueología, ya en el siglo XIX, las campañas arqueológicas
en Egipto se multiplicaron. Aunque comenzaron sin un excesivo rigor científico,
elinterés por el arte y la cultura del Antiguo Egiptofue en aumento, como demuestran las
numerosas referencias literarias, sobre todo tras el gran descubrimiento de la
tumba deTutankamonpor el arqueólogo británico Howard
Carter en 1922, en que Egipto proclamó su independencia.
La
frecuencia de las campañas arqueológicas británicas enEgiptose
debieron principalmente a que el país estaba vinculado desde la construcción
del canal de Suez (1859-69) al imperio británico hasta el movimiento
nacionalista surgido al final de los años 50 de este siglo, en que se hicieron
duras críticas sobre la expoliación del patrimonio cultural egipcio. Las
disputas por la mayoría de las obras que actualmente se encuentran en
colecciones y museos brtánicos siguen existiendo en la actualidad.
La
Colección Egipcia del Museo Británico
El origen del Museo
Británico se remonta a 1753, y se formó a partir de una colección
privada. Sir Hans Sloane era el dueño de esta colección, aunque no existe
evidencia de que este señor tuviera el más mínimo interés en la
egiptología.
A su muerte dejó su
colección para que se fundara un museo. Este museo se instaló en Montague
House, un edificio que se encontraba donde más adelante se edificaría el museo
actual.
El museo fue
incrementando su colección gracias a la aportación de colecciones particulares,
y consigue que una asociación llamada Sociedad de Egipto les regale una momia.
Por el conocido
Tratado de Alejandría se trae a Londres la piedra Rosetta, e igualmente se
requisa a los franceses una estatua de Sekhmet. Ambas piezas pasaron a
formar parte de la colección de Montague House.
Luego, gracias a la
intervención de Salt, Bruckhardt y Belzoni se consiguió el gran coloso de
Ramsés II que se exhibe en la sala central. Para entonces (1816) existe
una ley egipcia que permite la salida de Egipto de objetos faraónicos, siempre
que éstos no se dañen.
El éxito que tuvo por
entonces la exposición de Belzoni en Londres hace que el museo pida a Salt la
colección. Pero como sus objetos no son considerados obras de arte, sólo
le ofrecen 2.000 LE. Por esta mísera cantidad vende solo una parte,
quedándose con la tapa del sarcófago de Seti I, que ahora se encuentra en el
Soane’s Museum. Sólo por esta pieza cobra lo mismo que por el resto de la
colección vendida al Montague House.
La construcción del
actual edificio es obra de Robert Sammit. En origen no tuvo el aspecto
actual, sino que fue ampliándose a medida que las obras fueron
incrementándose.
La primera
construcción es la actual galería de estatuaria de 1843. En el piso
superior aloja las piezas menores, así como los sarcófagos y momias.
Samuel Birch organizó
el material por fichas y códigos numéricos:
ES = esculturas
egipcias del 1 al 1000
ER = no esculturas del 10.000 al 10.999
pero esta numeración
pronto resulta insuficiente con la llegada de manuscritos y papiros, donados
sobre todo por Anthony Harris.
En 1870 nace una nueva
numeración (JE) seguida del número correlativo de llegada. La numeración
sigue a cargo de Birch. En 1955 se separan en dos departamentos el
Próximo Oriente Asiático y Egipto, y se cambia la numeración a la actual EA
(Egyptian Antiquities).
Bajo la dirección de
Wallis Budge llegan distintos papiros, entre ellos el famoso Papiro de
Ani.
Por aquel entonces se crea igualmente la Egypt
Exploration Society.
El Museo Británico
cuenta en la actualidad con unas 75.000 piezas egipcias.
Discos
con historia: Abbey Road - Los Beatles y
la leyenda tras su portada
A mediados de los años
60, la carrera de los Beatles estaba en pleno apogeo. Habían copado varios
números uno en las listas de éxitos tanto del Reino Unido como de EEUU, e iban
camino de convertirse en la banda musical más famosa de todos los tiempos.
Según la leyenda, el 9 de
noviembre de 1966 Paul McCartney abandonó el estudio de grabación de Abbey Road
tras una fuerte discusión con sus compañeros. Paul, furioso, conducía su
Aston-Martin a toda velocidad sin prestar atención a la carretera hasta que, al
llegar a un cruce, no prestó atención a los semáforos y fue arrollado por un
camión.
Brian Epstein, por aquel
entonces manager de los Beatles, fue avisado inmediatamente del accidente.
Supuestamente, la cabeza de Paul había quedado tan desfigurada que fue
necesario acudir a la muestra dental para identificarlo. Misteriosamente, Brian
consiguió que la policía no hiciese referencia a la muerte de Paul. El informe
policial dejó constancia simplemente de que un hombre joven había perecido en
el accidente.
Buscando a un Sustituto
Los Beatles no podían
permitirse perder a un miembro de la banda en su momento de mayor popularidad.
La muerte de Paul suponía un conflicto de intereses, ya que éste era, junto a
Lennon, el miembro mas popular del grupo y el preferido entre las mujeres.
Lennon y McCartney eran el alma del grupo y los compositores de la mayor parte
de las canciones. Por ello, y tras superar el shock de su muerte, Epstein tuvo
una idea descabellada: buscar un sustituto, un doble con gran parecido físico
con Paul que pudiera reemplazarle en sesiones fotográficas y actuaciones. Para
su voz en las grabaciones, se utilizarían a distintos dobles que pudieran
imitarla.
Finalmente el supuesto
elegido fue un joven llamado William Campbell, que tenía un gran parecido con
Paul pero contaba con dos importantes diferencias: era diestro (Paul era zurdo)
y sólo sabía tocar la guitarra, no el bajo. Tras unos meses de entrenamiento en
el manejo del bajo con al mano izquierda y un par de retoques estéticos, estuvo
listo para su presentación en público.
Surge la Sospecha
El rumor de la supuesta
muerte y reemplazo de Paul McCartney apareció por primera vez en 1969. Todo
comenzó con una llamada que alguien llamado “Tom” hizo a Russ Gibb, un famoso
Radio DJ de la WKNR-FM. El Disc Jockey narró por radio una de las leyendas
urbanas más memorables de todos los tiempos: la supuesta muerte de McCartney y
el posterior encubrimiento.
Poco después, Fred
Labour, un estudiante de la Universidad de Michigan, publicó un curioso
análisis en el periódico de la Universidad sobre “Abbey Road”, el disco
publicado por los Beatles en ese mismo año. Fred aseguraba que en la portada y
las letras del disco se encontraban numerosas pistas que delataban la existencia
de una conspiración para ocultar la muerte de Paul.
Y así surgió la leyenda.
En unos meses, los fans de todo el mundo habían encontrado cientos de
referencias ocultas al trágico suceso.
Supuestamente los
Beatles, descontentos con el secretismo creado alrededor de la muerte de su
compañero, se dedicaron a dejar pistas dispersas aquí y allá sobre lo que
realmente había sucedido. El gran secreto de los Beatles sólo sería revelado
para aquel que supiera seguir las claves dejadas por el grupo en sus obras
posteriores a 1966.
La Portada
La portada supuestamente
esta cargada de referencias a la muerte de Paul. Los cuatro Beatles aparecen en
fila, como escenificando un cortejo fúnebre. John Lennon va vestido de blanco:
es el predicador, Ringo va de luto, es el amigo del difunto. George Harrison, a
su vez, va vestido con un ropa vaquera e informal: es el enterrador. Paul es el
único de los cuatro que va descalzo y camina con los ojos cerrados. En muchas
culturas orientales, los difuntos son quemados descalzos. Además, su paso está
descoordinado respecto al resto de los Beatles, como si no perteneciera a la
procesión. Por último, el coche negro aparcado a la derecha, en segundo plano,
parece un coche fúnebre.
El resto de detalles son
más sutiles, pero claramente reveladores. Hay dos claves que son especialmente
importantes. La primera es que Paul está fumando… con la mano derecha.
Recordemos que Paul McCartney era zurdo mientras que William Campbell, su
supuesto sustituto, era diestro, aunque aprendió a tocar el bajo con la mano
izquierda para disimular esta “pequeña” diferencia.
El segundo detalle es la
matrícula del coche blanco aparcado en segundo plano, en la que se puede leer
“28 IF” (28 SÍ…) 28 años es la edad que tendría Paul McCartney en el momento de
la publicación del disco… SI estuviera vivo.
Explicación a la leyenda
Abbey Road es la calle en
donde se ubicaban los estudios, una calle con bastante tráfico, ello generó que
el tiempo que tendrían para tomarse las fotos correspondientes iba a ser muy
limitado. Y la idea era tomar unas 6 fotos de las cuales tenía que salir la
portada del álbum.
No hubo una razón
especial para elegir el escenario, solamente buscar lo más cómodo para el
grupo: el paso de cebra que estaba situado justo enfrente de la puerta de los
estudios de grabación. No tendrían que trasladarse a otro lado y estaban cerca
del estudio.
En cuanto al vestuario,
los cuatro beatles aparecieron en la foto tal como iban vestidos aquel día,
como solían usar por aquella época. Paul, que vivía muy cerca de los estudios
de grabación, había llegado ese mismo día de la foto con sandalias al trabajo,
y en algunas de las otras fotos tomadas ese día puede vérsele caminando
llevándolas consigo puestas.
Había un Volkswagen
Escarabajo que aparecía en la foto y que solía estar aparcado en ese sitio con
frecuencia, y era propiedad de alguien que vivía en los pisos de al lado del
estudio. Antes de la sesión fotográfica, la policía trató de quitarlo de la
acera, pero no pudo hallar a su dueño. La policía había cortado el tráfico
previamente, y de hecho en la portada del disco se puede ver una camioneta
policial estacionada en la acera derecha. No hubo, sin embargo, restricción
para el tráfico peatonal, y la foto muestra algunas personas que estaban en la
calle en ese preciso momento.
La sesión de fotos duró
sólo 10 minutos. Los cuatro Beatles salieron del estudio de Abbey Road a las
10:00 am en punto, el viernes 8 de agosto de 1969, con la ropa que llevaban
puesta. El fotógrafo Ian McMillan se subió a una escalera en la mitad de la
calle y les pidió que cruzaran normalmente y sin actuar. Cruzaron cuatro veces
y se hicieron seis tomas. Y la elegida fue la quinta toma. Desde el punto de
vista técnico, la foto no tiene ningún misterio, fue tomada del modo más
simple, sin flash, sin trípode, sin filtros, sin teleobjetivos sofisticados.
Apenas con un lente de 28 mm. McMillan hizo el encuadre sin perder el
protagonismo de ellos cuatro y sin descuidar el entorno. John Lennon, Ringo
Starr, Paul McCartney y George Harrison caminando de izquierda a derecha, sin
mirar a la cámara: esa fue la única consigna. Tras la sesión fotográfica, los
Beatles se reunieron para tomar algo en casa de Paul, que vivía a poco más de
50 metros del lugar de la fotografía. Así nació una de las portadas más famosas
de la historia del rock.
Detalles Curiosos
Sobre la derecha de la
imagen se ve a un hombre de pie. Su nombre era Paul Cole -quien murió a los 96
años, en febrero de 2008- y estaba de vacaciones en Londres con su esposa. Ella
quería entrar a un museo, pero él no y prefirió salir a caminar y tomar un poco
de aire. Fue así como paseando por el barrio llegó casualmente hasta la puerta
de Abbey Road, donde vio que un policía estaba cortando la calle y que cuatro
jóvenes caminaban por el paso cebra y que un tipo subido a una escalera les
sacaba fotos. La camioneta que está al lado de Cole es una unidad policial.
Cole observó la secuencia y no le dio importancia. Un año más tarde Cole vio la
tapa del disco en su propia casa, su esposa estaba aprendiendo a tocar una
canción de George Harrison en el piano. No salía de su asombro y le contó la
historia a ella y a sus hijos. Tras una razonable incredulidad, fueron en busca
de una lupa y disiparon las dudas. Había salido en la carátula del “ABBEY ROAD”.
Pero también esta
carátula dio lugar a que se esparcieran aquellos absurdos rumores que hablaban
acerca de que Paul había muerto y que había sido suplantado por un doble. Y se
estas suposiciones se basaban en el hecho que en el Volkswagen blanco se podía
leer en su matrícula LMW 281F, e interpretaban esta placa de la siguiente
manera: “LMW” significaba Linda McCartney Waits (Linda McCartney espera) y
28IF, se la interpretaba como 28 if, que en inglés era una referencia a que si
Paul viviese tendría 28 años, ya que “if” significa “si” como condicional. Pero
hay una cosa muy cierta, si como se decía, en 1966 Paul hubiera muerto, nunca
hubiera conocido a Linda Mc Cartney, entonces ¿por qué tendría que esperar
Linda a quien nunca conoció?
Pero la verdad era otra,
ya que ese auto pertenecía a un hombre que vivía en un piso exactamente al lado
del estudio. También se llegó a afirmar que Paul había muerto, porque era el
único que estaba descalzo, con un cigarro en la mano derecha siendo zurdo y con
el paso cambiado. Pero, con respecto a lo de los zapatos, Paul comentó que
aquel día hacía calor y que en un momento determinado se los quitó sin más. De
hecho, en fotos desechadas de la misma sesión, aparece calzado con unas
sandalias.
Cosas que NO sabías de
Abbey Road de The Beatles
El último álbum lanzado por The Beatles oficialmente fue Let
It Be, sin embargo, fue Abbey Road el último en grabarse (durante los primeros
meses de 1969), es por eso que este, aunque fue lanzado en 1969, es considerado
el último disco de The Beatles. Let It Be fue lanzado en mayo de 1970, poco
tiempo después que la banda anunció su disolución definitiva.
Durante parte de la grabación del álbum John Lennon no
estuvo presente debido a un accidente. Sumado a lo anterior, el ambiente
adentro del estudio era demasiado tenso, a menudo cada integrante de la banda
grababa sus canciones con músicos de estudio.
En Here Comes The Sun, John Lennon por primera vez no toca
ningún instrumento. La canción fue grabada en su ausencia.
Ringo Starr también grabó una de sus más importantes
composiciones para este álbum. Ayudado por George Harrison e inspirado durante
una visita a la costa después de renunciar a la banda por unos pocos días
mientras se grababa el White Album, Starr escribe Octopus’s Garden.
Ringo es nuevamente protagonista durante el final del medley
presente en el “Lado B” del disco, considerado el mejor de todos los tiempos.
La última canción del medley es “The End”, canción que tiene la particularidad
de tener el único solo de batería que Ringo grabó jamás. Además la canción
cuenta con 3 solos de guitarra seguidos, primero McCartney, luego Harrison y
finalmente Lennon. Al finalizar la canción se pronuncia la frase que marca el
final de la banda más importante de todos los tiempos: “and in the end, the love
you take is equal to the love you make” (“en el final (o en conclusión), el
amor que recibes es igual al amor que das”).
El disco inicialmente se llamaría Everest y se estaba
organizando un viaje a los Himalaya para la realización de una sesión fotográfica.
Desechada la idea anterior, The Beatles decidió nombrar el
disco Abbey Road, en honor a la calle donde estaba ubicado el estudio de
grabación.
El automóvil Volkswagen Escarabajo que aparece estacionado
detrás, placa patente LMW 281F, fue subastado en 1986 en un precio millonario.
Tanto la placa patente del automóvil, como el cartel de la
calle Abbey Road en Londres, fueron por décadas robados por los fanáticos de la
banda. Hoy el cartel no existe y el mismo está pintado en una pared.
Aún quedan más historias
sobre las portadas de los discos, pero esas las explicaremos en otra entrega.