sábado, 19 de julio de 2014

Sandro Botticelli
(Italia, 1445-1510)

Su verdadero nombre era Alessandro di Mariano Filipepi. Fue uno de los pintores más destacados del renacimiento florentino. Desarrolló un estilo personalísimo, caracterizado por la elegancia de su trazo, su carácter melancólico y la fuerza expresiva de sus líneas. Botticelli, hijo de un curtidor, nació en Florencia. El nombre por el que se le conoce (diminutivo italiano de la palabra botijo) era probablemente el apodo de su hermano mayor o el nombre del orfebre del que fuera aprendiz. Más tarde fue discípulo de Fra Filippo Lippi. Trabajó con el pintor y grabador Antonio del Pollaiuolo, del que aprendió el dominio de la línea y también recibió gran influencia de Andrea del Verrocchio. Hacia 1470 Botticelli ya tenía su propio taller. Dedicó casi toda su vida a trabajar para las grandes familias florentinas, especialmente los Médicis, para los que pintó retratos, entre los que destaca su Retrato de Giuliano de Medici (1475-1476, Galería Nacional de Arte, Washington, D.C.). La adoración de los Magos (1476- 1477, Galería de los Uffizi, Florencia) no fue encargo de los Médicis pero en él pintó a los personajes con rasgos muy parecidos a los de dicha familia. Como integrante del brillante círculo intelectual y artístico de la corte de Lorenzo de Médicis, Botticelli recibió la influencia del neoplatonismo cristiano de ese círculo, que pretendía conciliar las ideas cristianas con las clásicas. Esa síntesis se expresa en La primavera (c. 1478) y en El nacimiento de Venus (posteriores a 1482), dos obras realizadas para una de las villas de la familia Médicis, que hoy se hallan en la Galería de los Uffizi y que, probablemente, son las obras más conocidas de Botticelli. Aunque los expertos no han llegado a la interpretación definitiva de estos dos cuadros, sus elegantes personajes, que forman diseños lineales abstractos bañados por una suave luz dorada, podrían representar a Venus como símbolo del amor tanto cristiano como pagano. Dentro de este ámbito profano también destaca la serie de cuatro cuadros Nastapio degli Honesti (Museo del Prado, Madrid), donde recrea una de las historias del Decamerón, de Bocaccio. Botticelli también pintó temas religiosos, principalmente tablas de Vírgenes, como La Virgen escribiendo el Magnificat (década de 1480), La Virgen de la granada (década de 1480) y La coronación de la Virgen (1490), todas ellas en los Uffizi, y Virgen con el niño y dos santos (1485, Staatliche Museen, Berlín). Entre sus otras obras de tema religioso destacan San Sebastián (1473- 1474, Staatliche Museen) y un fresco sobre San Agustín (1480, Ognissanti, Florencia). En 1481 Botticelli fue uno de los artistas llamados a Roma para trabajar en la decoración de la Capilla Sixtina del Vaticano, donde pintó los frescos Las pruebas de Moisés, El castigo de los rebeldes y La tentación de Cristo. En la década de 1490, cuando los Médicis fueron expulsados de Florencia y el monje dominico Girolamo Savonarola predicaba la austeridad y la reforma, Botticelli sufrió una crisis religiosa, aunque no abandonó la ciudad, donde moriría el 17 de mayo de 1510. Sus obras posteriores, como la Pietá (principios de la década de 1490, Museo Poldi Pezzoli, Milán) y sobre todo la Natividad mística (década de 1490, National Gallery, Londres) y la Crucifixión mística (c. 1496, Fogg Art Museum, Cambridge, Massachusetts) expresan una intensa devoción religiosa, y un retroceso en el desarrollo de su estilo. 







                                                                         El amor brujo

El amor brujo de Manuel de Falla

El ballet "El amor brujo" fue compuesto por Manuel de Falla, entre noviembre de 1914 y abril de 1915. Moreno Ballesteros dirigió el estreno en Madrid, el 15 de abril de 1915. Posteriormente Falla revisó bastante la obra. La primera presentación en forma de concierto de la versión definitiva fue interpretada el 28 de marzo de 1916 por la Orquesta Filarmónica de Madrid, dirigida por Bartolomé Pérez-Casas.

A través de sus canciones y danzas populares, El amor brujo refleja el misticismo de la cultura gitana. Particularmente española es la manera en la que las "fuerzas brutas de naturaleza incorregible", como el biógrafo de Falla, Burnett James, explica el simbolismo del Espectro, son aplastadas por "la firmeza de la mente y del espíritu humano", que están representados por el amor de Carmelo y Candelas. Como lo explica James:
La música surgió de las raíces y de las canciones y de las danzas de los gitanos andaluces y lleva en ella la mayor parte del tiempo una cualidad extrañamente primitiva; o más bien, un tipo de elementalismo emocional y espiritual contenido dentro de un envase técnico y estilístico altamente sofisticado. Hay también un sabor oriental frecuente, que no debe sorprender en vista de los muchos aspectos del flamenco que se sabe y se reconoce que derivan de lo oriental... Falla comprendió, aunque todavía no había estado allí, las diferencias significativas entre Andalucía y la Andalucía gitana y compuso de acuerdo con ello. Pero el compositor no utilizó ni una sola tonada tradicional, andaluza o gitana, aunque empleó con gran habilidad y comprensión varios de los ritmos de la danza popular. En cuanto al material temático, se mantuvo fiel a su propia creencia de que la música folclórica es más valiosa para el músico cultivado que no usa tonadas folclóricas auténticas, sino que llega a "sentir" su espíritu y esencia y de este modo les permite inspirar sus propias composiciones, pero no apoderarse de ellas... El carácter místico, misterioso y modal de El amor brujo imprimió un sello particular en esta música, pues derivaba del propio corazón de la materia que fue su objeto.
El título El amor brujo recibe habitualmente en inglés el nombre de "Amor, el Mago", pues de hecho el español es intraducible. La ambientación es probablemente la costa sur de España, cerca de Cádiz. Tanto en su título "La historia del pescador" como el tango de Cádiz de siete tiempos en el movimiento "Pantomima" sugieren fuertemente esta ubicación. El siguiente resumen aparece en la partitura publicada de El amor:

Candelas, una joven muy bella y apasionada, ha amado a un gitano malvado, celoso y disoluto, pero fascinante y lisonjero. Aunque ha llevado con él una vida infeliz, le amó intensamente y lamentó su pérdida, incapaz de olvidarle. El recuerdo que guarda de él es como un sueño hipnótico, un hechizo mórbido, horroroso y enloquecedor. Está aterrada por el pensamiento de que el muerto quizá no se haya ido del todo, de que puede regresar y que continúa amándola a su modo feroz, sombrío, infiel y acariciante. Se vuelve víctima de sus pensamientos del pasado, como si estuviera bajo la influencia de un Espectro; sin embargo ella es joven, fuerte y vivaz. La primavera vuelve y con ella el amor, en la figura de Carmelo. Carmelo, un galán apuesto, joven y enamorado, trata de seducirla. Candelas no es reacia a ser conquistada y casi inconscientemente responde al amor, pero la obsesión de su pasado pesa contra su actual inclinación. Cuando Carmelo se acerca a ella y trata de hacerla compartir su pasión, el Espectro regresa y aterroriza a Candelas, a la que separa de su amante. Los amantes no pueden intercambiar el beso del amor perfecto.

Carmelo se va y Candelas languidece y se marchita. Se siente como embrujada y su amor pasado parece revolotear pesadamente a su alrededor en la forma de murciélagos malévolos y agoreros. Pero este hechizo malvado debe ser roto y Carmelo cree haber encontrado un remedio. En otro tiempo él fue camarada del gitano cuyo Espectro ronda a Candelas. Sabe que el amante muerto era el típico galanteador andaluz infiel y celoso. Como parece conservar, aun después de muerto, su gusto por las mujeres bellas, debe ser sorprendido en su lado flaco y de este modo apartado de sus celos póstumos, con el fin de que Carmelo pueda intercambiar con Candelas el beso perfecto contra el cual no tiene poder la brujería en contra del amor.

Carmelo persuade a Lucía, una joven gitana encantadoramente bella, amiga de Candelas, que simule aceptar los avances del Espectro. Lucía, por cariño a Candelas y por curiosidad femenina, acepta. La idea de flirtear con un fantasma le resulta atrayente y novedosa. ¡Y además, en vida el muerto había sido tan jovial! Lucía ocupa el puesto del centinela. Carmelo regresa a seducir a Candelas y el Espectro interviene -pero se encuentra con la encantadora gitanilla y no puede ni quiere resistirse a la tentación-, pues él no sabe decir que no a la atracción de una cara bonita. Comienza a seducir a Lucía, engatusándola e implorándole, y la coqueta joven gitana le lleva casi a la desesperación. Mientras tanto, Carmelo logra convencer a Candela de su amor y la vida triunfa sobre la muerte y sobre el pasado. Los amantes por último intercambian el beso que derrota la influencia maligna del Espectro, el cual perece, definitivamente conquistado por el amor. 

viernes, 18 de julio de 2014

NEFERTITI: La bella ha venido...

Reina de Egipto por su matrimonio con el faraón Akenatón (Amenofis IV). Parece que ejerció una gran influencia sobre el rey, contribuyendo a la revolución política, religiosa, económica y cultural que éste desató al sustituir el politeísmo tradicional egipcio por un culto de tendencia monoteísta al dios solar Atón.

Hacia el 1368 a. C. se separó del rey, probablemente por el mayor celo de Nefertiti hacia la nueva religión; se retiró con sus hijas y su yerno Tutankatón (el futuro faraón Tutankamón) a vivir al castillo de Atón, situado al norte de la nueva capital egipcia, Aketatón (Tell-el-Amarna).

Por lo demás, poco se sabe de Nefertiti, salvo que debió de ser una mujer de extraordinaria belleza, a juzgar por las referencias escritas (su nombre significa «la bella ha venido») y por los retratos realizados con el realismo propio del arte de aquel periodo excepcional (sobre todo el busto policromado del Museo de Berlín).

Tras la muerte de su marido en el año 1362 a. C., Nefertiti continuó fiel al culto de Atón, en medio de la reacción conservadora que, en poco tiempo, condujo a la restauración de la religión tradicional y del poder de la casta de los sacerdotes de Amón.


Nefertiti
Cuando me amé de verdad 

Cuando me amé de verdad comprendí que en cualquier
circunstancia, yo estaba en el lugar correcto, en la hora
correcta y en el momento exacto y entonces, pude relajarme.
Hoy sé que eso tiene un nombre…”AUTOESTIMA”.
Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y
mi sufrimiento emocional, no es sino una señal de que voy
contra mis propias verdades.
Hoy sé que eso es…”AUTENTICIDAD
Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera
diferente y comencé a ver todo lo que acontece y que contribuye a
mi crecimiento.
Hoy eso se llama…”MADUREZ”.
Cuando me amé de verdad, comencé a percibir como es
ofensivo tratar de forzar alguna situación, o persona, solo
para realizar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el
momento o la persona no está preparada, inclusive yo mismo.
Hoy sé que el nombre de eso es…”RESPETO”.
Cuando me amé de verdad, dejé de temer al tiempo libre y desistí
de hacer grandes planes, abandoné los mega-proyectos de futuro.
Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero
y a mi propio ritmo.
Hoy sé que eso es…”SIMPLICIDAD”.
Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y
con eso, erré menos veces.
Hoy descubrí que eso es la…”HUMILDAD”.
Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y
preocuparme por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es
donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez.
Y eso se llama…”PLENITUD”.

Cuando me amé de verdad, percibí que mi mente puede atormentarme y
decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, ella
tiene una gran y valiosa aliada.
Todo eso es…”SABER VIVIR!”.
“ No debemos tener miedo de confrontarnos…
…hasta los planetas chocan y del caos nacen las estrellas. ”




"El Señor de los Anillos" J.R.R.Tolkien

Resumen Ilustrado - Primera Parte

En su centésimo décimo primer cumpleaños Bilbo Bolsón preparó una gran fiesta, a la que invitó a prácticamente todos los hobbits de la ciudad, aunque los que no estaban invitados acudieron igual. Pero la fiesta tenía sorpresas, la primera fueron los fantásticos fuegos artificiales de Gandalf el Mago que asombraron a todos, y la segunda que en medio de la fiesta Bilbo comenzó a dar un discurso y cuando acabó desapareció delante de todos.

La misteriosa desaparición de Bilbo tenía que ver con un anillo mágico que encontró en una aventura pasada y que al ponérselo se volvía invisible. El viejo hobbit había decidido irse de la Comarca a Rivendel y dejarle todo a su sobrino Frodo, aconsejado por Gandalf. Varios años después de la partida de Bilbo, Gandalf regresó y informó a Frodo de lo que sabía sobre su Anillo. Hacía muchos años que se forjaron una serie de Anillos mágicos cada uno con su poder y cualidades, pero entre ellos estaban los Grandes Anillos, los Anillos de Poder. Entre ellos había uno, el Único, que los gobernaba a todos y que había sido construido por el mismo Sauron. Este Anillo era el más poderoso pero su naturaleza malvada hacía que todo el que lo usara acabara siendo dominado por él. Para probarlo Gandalf lo arrojó al fuego pero el Anillo ni se calentó, y en él apareció la inscripción:

"Un Anillo para gobernarlos a todos. Un Anillo para encontrarlos, un Anillo para atraerlos a todos y atarlos en las Tinieblas."

Esto era una parte de una estrofa de la tradición de los elfos que decía:

"Tres Anillos para los Reyes Elfos bajo el cielo. Siete para los Señores Enanos en palacios de piedra. Nueve para los Hombre Mortales condenados a morir. Uno para el Señor Oscuro, sobre el trono oscuro, en la Tierra de Mordor donde se extienden las Sombras. Un Anillo para gobernarlos a todos. Un Anillo para encontrarlos, un Anillo para atraerlos a todos y atarlos en las Tinieblas, en la Tierra de Mordor donde se extienden las Sombras."

Así que los dos decidieron ir con el Anillo a Rivendel, la morada de Elrond, para decidir el destino de tan peligroso objeto. Gandalf se marchó al Sur para seguir averiguando cosas sobre el Único, y Frodo vendió Bolsón Cerrado y marchó hacia el Este ocultando sus intenciones a todos excepto a su criado Sam. A pesar de ello le siguieron dos de sus amigos, Merry y Pippin, y juntos partieron hacia Bree.

En el camino se cruzaron con un misterioso jinete negro que les seguía los pasos, pero lograron darle esquinazo. Mientras cruzaban el Bosque Viejo, alejados del camino, un viejo Hombre Sauce estuvo apunto de acabar con los Hobbits, que se salvaron gracias a la ayuda de Tom Bombadil. Tom era un hombrecillo extraño que siempre iba cantando, y que vivía en el medio del bosque con su mujer, Baya de Oro, en una casa en la que acogió a los hobbits por unos días. Tras la partida de su casa, Tom volvió a ayudar a los hobbits cuando cayeron atrapados por un Tumulario. Los hobbits se quedaron con unos puñales del tesoro que guardaba el Túmulo forjados en Oesternesse muchos años atrás, que les servirían de espada en caso de más problemas. Después de este viaje accidentado los hobbits y sus poneys por fin llegaron a Bree.




"De los diversos instrumentos inventados por el hombre, el más asombroso es el libro; todos los demás son extensiones de su cuerpo… 
Sólo el libro es una extensión de la imaginación y la memoria”. 

Jorge Luis Borges





DESIDERATA

Anda plácidamente entre el ruido y la prisa,
y recuerda qué paz puede haber en el silencio.

En cuanto es posible, y sin rendirte, mantén buenas
relaciones con todas las personas.

Dí tu verdad tranquila y claramente;
y escucha a los demás, incluso al aburrido
o al ignorante; ellos también tienen su historia.

Evita las personas ruidosas y agresivas,
ellas son molestas al espíritu.

Si te comparas con otros,
puedes volverte vanidoso y amargado;
porque siempre habrá personas más grandes
y más pequeñas que tú.

Disfruta de tus logros, así como de tus planes.
Mantén el interés en tu propia carrera,
aunque sea humilde;
ella es un verdadero tesoro
en los cambiantes azares del tiempo.

Ten precaución en tus negocios;
porque el mundo está lleno de trampas.
Pero no por eso te ciegues a la virtud que pueda
existir; hay mucha gente que lucha por altos ideales;
y en todas partes la vida está llena de heroísmo.

Sé tú mismo.
Especialmente no finjas afectos.
Tampoco seas cínico respecto del amor;
Porque frente a toda aridez y desencanto
el amor es perenne como la hierba.

Recoge mansamente el consejo de los años,
renunciando graciosamente
a las cosas de la juventud.

Nutre tu fuerza espiritual
para que te proteja ante la desgracia repentina.
Pero no te angusties con fantasías, no te
preocupes...
Muchos temores nacen con la fatiga y la soledad.

Junto con una sana disciplina,
sé amable contigo mismo.

Tú eres una criatura del Universo,
no menos que los árboles y las estrellas;
tú tienes derecho a estar aquí.

Y te resulte evidente o no,
sin duda el Universo marcha como debe.

Por lo tanto, manténte en paz con Dios,
de cualquier modo que lo concibas
y cualesquiera sean tus trabajos y aspiraciones.

Mantén en la ruidosa confusión, paz con tu alma.
Con todos sus engaños, trabajos y sueños rotos,
este sigue siendo un mundo hermoso.
Ten cuidado.
¡Esfuérzate en ser feliz!

Fue encontrada en la vieja iglesia de Saint Paul, Baltimore en 1693.
Mantiene absoluta vigencia, a más de 400 años de escrita.