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lunes, 5 de enero de 2015

El enemigo –  Charles Baudelaire

Mi juventud no fue sino un gran temporal
Atravesado, a rachas, por soles cegadores;
Hicieron tal destrozo los vientos y aguaceros
Que apenas, en mi huerto, queda un fruto en sazón.

He alcanzado el otoño total del pensamiento,
y es necesario ahora usar pala y rastrillo
Para poner a flote las anegadas tierras
Donde se abrieron huecos, inmensos como tumbas.

¿Quién sabe si los nuevos brotes en los que sueño,
Hallarán en mi suelo, yermo como una playa,
El místico alimento que les daría vigor?

-¡Oh dolor! ¡Oh dolor! Devora vida el Tiempo,
Y el oscuro enemigo que nos roe el corazón,
Crece y se fortifica con nuestra propia sangre.


domingo, 28 de diciembre de 2014

La voz - Charles Baudelaire

Se encontraba mi cuna junto a la biblioteca,
Babel sombría, donde novela, ciencia, fábula,
Todo, ya polvo griego, ya ceniza latina
Se confundía. Yo era alto como un infolio.
Y dos voces me hablaban. Una, insidiosa y firme:
«La Tierra es un pastel colmado de dulzura;
Yo puedo (¡y tu placer jamás tendrá ya término!)
Forjarte un apetito de una grandeza igual.»
Y la otra: «¡Ven! ¡Oh ven! a viajar por los sueños,
lejos de lo posible y de lo conocido.»
Y ésta cantaba como el viento en las arenas,
Fantasma no se sabe de que parte surgido
Que acaricia el oído a la vez que lo espanta.
Yo te respondí: «¡Sí! ¡Dulce voz!» Desde entonces
Data lo que se puede denominar mi llaga
Y mi fatalidad. Detrás de los paneles
De la existencia inmensa, en el más negro abismo,
Veo, distintamente, los más extraños mundos
Y, víctima extasiada de mi clarividencia,
Arrastro en pos serpientes que mis talones muerden.

Y tras ese momento, igual que los profetas,
Con inmensa ternura amo el mar y el desierto;
Y sonrío en los duelos y en las fiestas sollozo
Y encuentro un gusto grato al más ácido vino;
Y los hechos, a veces, se me antojan patrañas
Y por mirar al cielo caigo en pozos profundos.
Más la voz me consuela, diciendo: «Son más bellos
los sueños de los locos que los del hombre sabio».


sábado, 27 de diciembre de 2014

Himno a la Belleza (Charles Baudelaire)

¿Vienes del hondo cielo o del abismo sales,
Belleza? Tu mirar, infernal y divino,
vierte confusamente beneficios y crímenes,
por lo que se te puede comparar con el vino

Tus dos ojos contienen el poniente y la aurora;
esparces más perfumes que ocaso tormentoso.
Tus besos son un filtro y tu boca es una ánfora
que hacen cobarde al héroes y al niño valeroso.

¿Sales del negro abismo, o bajas de los astros?
Como un perro, el Destino sigue ciego tu falda...
Al Azar vas sembrando la dicha y los desastre,
y todo lo gobiernas sin responder de nada.

¡Caminas sobre muertos y te burlas, Belleza!
El Horror, de tus broches no es el menos precioso;
y el Crimen, que se cuenta entre tus caros dijes,
danza amorosamente en tu vientre orgulloso.

Deslumbrado, el insecto vuela hacia ti, candela.
Crepita,estalla y dice: "¡Bendigamos la antorcha!"
El amante, jadeando sobre su bella amada,
parece un moribundo que acaricia su fosa.

¿Qué importa así del cielo vengas o del infierno,
Belleza, monstruo enorme, ingenuo y atrevido,
si tu mirar, tu pie, tu faz me abren la puerta
de un infinito que amo y nunca he conocido?

Del Demonio o de Dios, ¿qué importa? 
Ángel, Sirena, ¿qué importa si me vuelves- 
hada de ojos sedantes,ritmo, perfume, 
luz, ¡oh tú, mi única reina!-
menos odioso el mundo, más cortos los instantes?

Poema en Francés:
Viens-tu du ciel profond ou sors-tu de l'abîme,
O Beauté? ton regard, infernal et divin,
Verse confusément le bienfait et le crime,
Et l'on peut pour cela te comparer au vin.

Tu contiens dans ton oeil le couchant et l'aurore;
Tu répands des parfums comme un soir orageux;
Tes baisers sont un philtre et ta bouche une amphore
Qui font le héros lâche et l'enfant courageux.

Sors-tu du gouffre noir ou descends-tu des astres?
Le Destin charmé suit tes jupons comme un chien;
Tu sèmes au hasard la joie et les désastres,
Et tu gouvernes tout et ne réponds de rien.

Tu marches sur des morts, Beauté, dont tu te moques;
De tes bijoux l'Horreur n'est pas le moins charmant,
Et le Meurtre, parmi tes plus chères breloques,
Sur ton ventre orgueilleux danse amoureusement.

L'éphémère ébloui vole vers toi, chandelle,
Crépite, flambe et dit: Bénissons ce flambeau!
L'amoureux pantelant incliné sur sa belle
A l'air d'un moribond caressant son tombeau.

Que tu viennes du ciel ou de l'enfer, qu'importe,
O Beauté! monstre énorme, effrayant, ingénu!
Si ton oeil, ton souris, ton pied, m'ouvrent la porte
D'un Infini que j'aime et n'ai jamais connu?

De Satan ou de Dieu, qu'importe? Ange ou Sirène,
Qu'importe, si tu rends, - fée aux yeux de velours,
Rythme, parfum, lueur, ô mon unique reine! -
L'univers moins hideux et les instants moins lourds?



viernes, 26 de diciembre de 2014

Lo irremediable - Charles Baudelaire

I

Una Idea, una Forma, un Ser
Surgido del azur y caído
En una Estigia cenagosa y plomiza
Donde ninguna mirada del Cielo penetra;

Un Ángel, imprudente viajero
Que ha tentado el amor de lo informe,
En el fondo de una pesadilla enorme
Debatiéndose como un nadador,

Y luchando, ¡angustias fúnebres!
Contra un gigantesco remolino
Que va cantando como los locos
Y pirueteando en las tinieblas;

Un desdichado hechizado
En sus tanteos fútiles,
Para huir de un lugar lleno de reptiles,
Buscando la luz y la clave;

Un condenado descendiendo sin lámpara
Al borde de un abismo cuyo olor
Traiciona la húmeda profundidad,
De eternas escaleras sin peldaños,

Donde velan monstruos viscosos
Cuyos enormes ojos fosforescentes
Hacen una noche más negra todavía
Dejándoles visibles sólo a ellos;

Un navío apresado en el polo,
Como en una trampa de cristal,
Buscando por qué estrecho fatal
Ha caído en aquel calabozo;

—Emblemas nítidos, cuadro perfecto
De una fortuna irremediable,
¡Qué hace pensar que el Diablo
Realiza siempre bien cuanto él hace!

II

¡Coloquio sombrío y límpido
De un corazón convertido en su espejo!
Pozo de la Verdad, claro y negro,
Donde tiembla una estrella lívida,

Un faro irónico, infernal,
Antorcha de gracias satánicas,
Consuelo y gloria únicos,
—¡La conciencia en el Mal!


sábado, 20 de diciembre de 2014

A la que pasa

La avenida estridente en torno de mí aullaba. 
Alta, esbelta, de luto, en pena majestuosa, 
pasó aquella muchacha. Con su mano fastuosa 
Casi apartó las puntas del velo que llevaba. 

Ágil y ennoblecida por sus piernas de diosa, 
Me hizo beber crispado, en un gesto demente, 
En sus ojos el cielo y el huracán latente; 
El dulzor que fascina y el placer que destroza. 

Relámpago en tinieblas, fugitiva belleza, 
Por tu brusca mirada me siento renacido. 
¿Volveré acaso a verte? ¿Serás eterno olvido? 

¿Jamás, lejos, mañana?, pregunto con tristeza. 
Nunca estaremos juntos. Ignoro adónde irías. 
Sé que te hubiera amado. Tú también lo sabías. 

Versión de José Emilio Pacheco



EL ALBATROS – Charles Baudelaire

A menudo, por divertirse, los hombres de la tripulación
cogen albatros, grandes pájaros de los mares,
que siguen, como indolentes compañeros de viaje,
al navío que se desliza por los abismos amargos.

Apenas les han colocado en las planchas de cubierta,
estos reyes del cielo torpes y vergonzosos,
dejan lastimosamente sus grandes alas blancas
colgando como remos en sus costados.

¡Qué torpe y débil es este alado viajero!
Hace poco tan bello, ¡qué cómico y qué feo!
Uno le provoca dándole con una pipa en el pico,
otro imita, cojeando, al abatido que volaba.

El Poeta es semejante al príncipe de las nubes
que frecuenta la tempestad y se ríe del arquero;
desterrado en el suelo en medio de los abucheos,
sus alas de gigante le impiden caminar.

Traducción de Enrique López Castellón


miércoles, 29 de octubre de 2014



El gato - Charles Baudelaire
Ven, bello gato, a mi amoroso pecho;
Retén las uñas de tu pata,
Y deja que me hunda en tus ojos hermosos
Mezcla de ágata y metal.
Mientras mis dedos peinan suavemente
Tu cabeza y tu lomo elástico,
Mientras mi mano de placer se embriaga
Al palpar tu cuerpo eléctrico,
A mi señora creo ver. Su mirada
Como la tuya, amable bestia,
Profunda y fría, hiere cual dardo,
Y, de los pies a la cabeza,
Un sutil aire, un peligroso aroma,
Bogan en torno a su tostado cuerpo.

martes, 16 de septiembre de 2014

Armonía de la tarde - Charles Baudelaire

He aquí que llega el tiempo en que vibrante en su tallo
Cada flor se evapora cual un incensario;
Los sonidos y los perfumes giran en el aire de la tarde,
¡Vals melancólico y lánguido vértigo!

Cada flor se evapora cual un incensario;
El violín vibra como un corazón afligido;
¡Vals melancólico y lánguido vértigo!
El cielo está triste y bello como un gran altar.

El violín vibra como un corazón afligido,
¡Un corazón tierno que odia la nada vasta y negra!
El cielo está triste y bello como un gran altar;
El sol se ha ahogado en su sangre coagulada.

Un corazón tierno, que odia la nada vasta y negra,
¡Del pasado luminoso recobra todo vestigio!
El sol se ha ahogado en su sangre coagulada...¡
Tu recuerdo en mí luce como una custodia!