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viernes, 23 de enero de 2015



Música con historia: 1492: Conquest of Paradise  -  Vangelis

1492: Conquest of Paradise es uno de los álbumes del Olimpo personal del músico griego. No solamente se encuentra entre sus trabajos más vendidos, sino que el tema principal es un ejemplo claro de la grandeza musical de su autor, un arquetipo indiscutido del tono épico que las mal llamadas "nuevas músicas" pueden llegar a alcanzar. La fórmula es el inconfundible sintetizador de Vangelis, nada disimulado en su naturaleza electrónica, mezclado con unos coros mixtos poderosísimos (el English Chamber Choir conducido por Guy Protheroe). Conquest of Paradise no falta en ningún recopilatorio actual del músico, y ya son muchos los músicos que lo han versionado, desde Klaus Schulze al mismísimo John Williams. Pero no debemos pensar que se trata de un álbum con un solo tema, ya que esta banda sonora al completo es oro puro.

Para empezar, tengamos en cuenta que Vangelis publica su disco, y no necesariamente una banda sonora exhaustiva de la película, por lo que los temas están ordenados a su gusto -no de forma cronológica-, y ni están todos los que son ni son todos los que están. Comienza el álbum con la breve Opening, una especie de prólogo a Conquest of Paradise que en el filme suena mientras Colón y su gente atraviesan por primera vez la espesa jungla llena de animales extraños. Tras el tema estrella comienza la tranquila y fascinante Monastery of La Rabida, situada en el emplazamiento onubense del mismo nombre, y en la que suenan de nuevo coros gregorianos de un modo más comedido. La ciudad de Isabel (City of Isabel) es Granada, recién conquistada a los musulmanes por los Reyes Católicos, a cuya Alhambra acude Colón para negociar las condiciones del viaje. Es un tema cortesano muy bien integrado históricamente. Light and Shadow es un corte elegante pero hiperdramático, utilizado en escenas de la película en las que los hombres de Colón viven diversas penurias en las intrincadas selvas caribeñas. En Deliverance, Vangelis se sirve de una guitarra española para crear otra atmósfera dramática, recuperando en su último tramo la melodía del tema anterior. West Across the Ocean Sea viene a ser un descansito plácido muy new age, necesario tras tanta intensidad emocional. Después viene Eternity, el alma del álbum.

Si Conquest of Paradise sugiere "conquista", Eternity sugiere "Paraíso". Soy incapaz de describir la belleza  arrebatadora de este breve corte, y por eso me limito a señalar que acompaña uno de los momentos más relevantes de la película: el primer encuentro entre los españoles y los indígenas, haciendo hincapié en su modo de vida sencillo y despreocupado en medio de un edén virgen, nada que ver con el pestilente caos urbano de la baja Edad Media europea de la que proceden los asombrados conquistadores. Hispanola ("La Española") es el tema que suena en el momento cumbre del Descubrimiento: el desembarco en la playa cristalina de Guanahani, cuando Scott filma las tres carabelas llenas de pendones al viento y a Gérard Depardieu hincándose de rodillas en la arena blanca. Moxica and the Horse, que añade algo de cante jondo a la guitarra, parece querer ilustrar las aviesas intenciones de algunos de los hombres que iban llegando a los nuevos territorios. El título hace referencia al personaje de Mújica, el villano, que aparece en la aldea indígena montado a caballo como buen señorito español dispuesto a imponer su vasallaje. 

Twenty Eighth Parallel es otro de mis temas favoritos del álbum, un evocador desarrollo de piano que parece llevarnos de viaje por la Historia, en medio del cual escuchamos una versión simplificada de la melodía de Conquest of Paradise. Es en este regreso al tema central donde somos plenamente conscientes del tono "hispánico", casi andaluz, que Vangelis otorga inteligentemente a muchas de las composiciones de este álbum.


El álbum concluye, quizá en su momento más discutido, con Pinta, Nina, Santa Maria - Into Eternity. No es solamente un tema muy largo y ausente en la película, sino que incluye justo al final un reprise de Eternity que no aporta nada nuevo. Este es el Vangelis de siempre, el músico de estudio, haciendo las cosas a su gusto con un desarrollo rítmico lento y solemne. El tema se integra bien en el CD, pero insisto en que quizá podría haberse incluido más música presente en el filme en lugar de una pieza ajena al mismo. La cosa se queda en 45 cortísimos minutos.

El disco no funcionó mal al principio, aunque tampoco inusitadamente bien. Pero un par de años después tuvo lugar un hecho curioso, y es que un boxeador alemán llamado Henry Maske adoptóConquest of Paradise como arenga musical personal para su publicidad en los medios, y el álbum de Vangelis revivió contra todo pronóstico para convertirse en "top 5" o directamente número 1 en media Europa un par de años después de su publicación original. Incluso recuerdo haber visto publicidad del disco en los cortes publicitarios durante las emisiones de la película en TV, no hace mucho tiempo.

Con o sin película, 1492 es una de las obras fundamentales que todo aficionado a la música instrumental contemporánea debe conocer. Calificativos hay muchos, pero es mejor escucharlo. 


1492 – Full Album

https://www.youtube.com/watch?v=4m2nQMjLIzc


martes, 18 de noviembre de 2014

LA ESPERANZA TIENE NOMBRE

Hombre,
No desdoro el logro con que pretendes
Hacer del mundo tu perfección
Sólo juzgo, el derroche que tienes
Al liquidar, su inefable bendición

Todavía la cigarra tras la hoja
En sombra se protege invisible,
Ese canto de verde loma,
Conserva nuestra alma apacible

¿Por qué has de martillar la pompa
De bosques que de verde adornan
La estampa magnánima que arropa
La vida que un día ya no será tangible?

Todavía,
El pájaro canta en la rama
Sus notas alegran todos los pensiles
Él bebe, de los ríos casta agua
Que corre clara hasta los confines

¡Aún esa ave surca los aires!
Por ese cielo que te da su color
Es importante que construyas ciudades
Pero el planeta, no debe sufrir más dolor

No veo por qué tenga que lastimarse
La sangre que corre en su corazón
Taladrar todo árbol es obstinarse
A terminar la alegría de su creación

Las flores, con su aroma gentil
En los prados quieren transmitir
La belleza que este mundo feliz,
Te ofrece en su interior para vivir

L a tierra es tan tuya como mía
¡Ya basta de lacerar sus heridas!
De trabajar día con día
En que sus riquezas sean perdidas

La esperanza tiene nombre
Y éste es, la palabra amor
La flora y fauna, merecen ser atendidas
Ya es momento de que los hombres,
Hagamos algo por su ecología
Y no se extinga su esplendor

Cada especie no perderá su nombre
Si ejercemos la autonomía
De invertir todo ese enfoque
Con el que se utiliza su geografía

¡El mundo es de todos!
Cada rosa, cada campiña,
Cada árbol, mar y colina
Es arte, es un regalo constante
Que el planeta Tierra departe
Sin pedir al hombre, sus regalías.

2014©copyright Araceli García.




viernes, 3 de octubre de 2014

Resurgir - Alfonsina Storni
Pasé por el tamiz de todos los dolores
Y estoy purificada.¡Clamo por vida nueva!
¡Una vida que sea como un ritmo de seda!
¡Dulzura y más dulzura! La quietud de una tarde.

Deliciosa y de sol, la casita con hiedras
y un pedazo de cielo que el alma se enreda.
Ningún anhelo más que un anhelo infantil,
tener las golondrinas de una quietud eterna
¡y sentirme tan buena…¡tan hondamente buena!...

No leer nada, nada, más que en el libro pródigo,
infinito y precioso de la naturaleza
¡y sorber sus verdades con la esperanza abierta!...

Surgir a vida nueva. Realizar el milagro
de cubrir con jazmines la herida de mis venas
y hacer un canto blanco con restos de tragedia.

Tener el corazón hecho un lampo de luz,
tener el corazón hecho un nido de gemas
para que siempre se abran otras corolas nuevas.

Ir cruzando la vida con alas en el alma,
con alas en el cuerpo, con alas en la idea
y un ligero cariño a la muerte que llega.

Perdonar, perdonar, no tener rencor;
Darlo todo al olvido y llorar en la quieta
soledad de la noche con un llanto de perlas.

Perlas de anunciación, de olvido, de alegría,
de dulzura, y de gozo de sentirse serena
y comprender la vida como un ritmo de seda.

Hoy lo deseo así... hoy que es día de fiesta
y que tengo en el alma mucho de Noche Buena...



lunes, 8 de septiembre de 2014

Coloquio de los centauros - Rubén Darío

En la isla en que detiene su esquife el argonauta
del inmortal Ensueño, donde la eterna pauta
de las eternas liras se escucha ?isla de oro
en que el tritón elige su caracol sonoro
y la sirena blanca va a ver el sol? un día
se oye el tropel vibrante de fuerza y de armonía.

Son los Centauros. Cubren la llanura. Les siente
la montaña. De lejos, forman són de torrente
que cae; su galope al aire que reposa
despierta, y estremece la hoja del laurel-rosa.

Son los Centauros. Unos enormes, rudos; otros
alegres y saltantes como jóvenes potros;
unos con largas barbas como los padres-ríos;
otros imberbes, ágiles y de piafantes bríos,
y robustos músculos, brazos y lomos aptos
para portar las ninfas rosadas en los raptos.

Van en galope rítmico, Junto a un fresco boscaje,
frente al gran Océano, se paran. El paisaje
recibe de la urna matinal luz sagrada
que el vasto azul suaviza con límpida mirada.
Y oyen seres terrestres y habitantes marinos
la voz de los crinados cuadrúpedos divinos.

QUIRÓN

Calladas las bocinas a los tritones gratas,
calladas las sirenas de labios escarlatas,
los carrillos de Eolo desinflados, digamos
junto al laurel ilustre de florecidos ramos
la gloria inmarcesible de las Musas hermosas
y el triunfo del terrible misterio de las cosas.
He aquí que renacen los lauros milenarios;
vuelven a dar su lumbre los viejos lampadarios;
y anímase en mi cuerpo de Centauro inmortal
la sangre del celeste caballo paternal.

RETO

Arquero luminoso, desde el Zodíaco llegas;
aun presas en las crines tienes abejas griegas;
aun del dardo herakleo muestras la roja herida
por do salir no pudo la esencia de tu vida.
¡Padre y Maestro excelso! Eres la fuente sana
de la verdad que busca la triste raza humana:
aun Esculapio sigue la vena de tu ciencia;
siempre el veloz Aquiles sustenta su existencia
con el manjar salvaje que le ofreciste un día,
y Herakles, descuidando su maza, en la harmonía
de los astros, se eleva bajo el cielo nocturno...

QUIRÓN

La ciencia es flor del tiempo: mi padre fue Saturno.

ABANTES

Himnos a la sagrada Naturaleza; al vientre
de la tierra y al germen que entre las rocas y entre
las carnes de los árboles, y dentro humana forma,
es un mismo secreto y es una misma norma,
potente y sutilísimo, universal resumen
de la suprema fuerza, de la virtud del Numen.

QUIRÓN

¡Himnos! Las cosas tienen un ser vital; las cosas
tienen raros aspectos, miradas misteriosas;
toda forma es un gesto, una cifra, un enigma;
en cada átomo existe un incógnito estigma;
cada hoja de cada árbol canta un propio cantar
y hay un alma en cada una de las gotas del mar;
el vate, el sacerdote, suele oír el acento
desconocido; a veces enuncia el vago viento
un misterio; y revela una inicial la espuma
o la flor; y se escuchan palabras de la bruma;
y el hombre favorito del Numen, en la linfa
o la ráfaga encuentra mentor ?demonio o ninfa.

FOLO

El biforme ixionida comprende de la altura,
por la materna gracia, la lumbre que fulgura,
la nube que se anima de luz y que decora
el pavimento en donde rige su carro Aurora,
y la banda de Iris que tiene siete rayos
cual la lira en sus brazos siete cuerdas, los mayos
en la fragante tierra llenos de ramos bellos,
y el Polo coronado de cándidos cabellos.
El ixionida pasa veloz por la montaña
rompiendo con el pecho de la maleza huraña
los erizados brazos, las cárceles hostiles;
escuchan sus orejas los ecos más sutiles:
sus ojos atraviesan las intrincadas hojas
mientras sus manos toman para sus bocas rojas
las frescas bayas altas que el sátiro codicia;
junto a la oculta fuente su mirada acaricia
las curvas de las ninfas del séquito de Diana;
pues en su cuerpo corre también la esencia humana
unida a la corriente de la savia divina
y a la salvaje sangre que hay en la bestia equina.
Tal el hijo robusto de Ixión y de la Nube.

QUIRÓN

Sus cuatro patas bajan; su testa erguida sube.

ORNEO

Yo comprendo el secreto de la bestia. Malignos
seres hay y benignos. Entre ellos se hacen signos
de bien y mal, de odio o de amor, o de pena
o gozo: el cuervo es malo y la torcaz es buena.

QUIRÓN

Ni es la torcaz benigna, ni es el cuervo protervo:
son formas del Enigma la paloma y el cuervo.

ASTILO

El Enigma es el soplo que hace cantar la lira.

NESO

¡El Enigma es el rostro fatal de Deyanira!
MI espalda aun guarda el dulce perfume de la bella;
aun mis pupilas llaman su claridad de estrella.
¡Oh aroma de su sexo! ¡O rosas y alabastros!
¡Oh envidia de las flores y celos de los astros!

QUIRÓN

Cuando del sacro abuelo la sangre luminosa
con la marina espuma formara nieve y rosa,
hecha de rosa y nieve nació la Anadiomena.
Al cielo alzó los brazos la lírica sirena,
los curvos hipocampos sobre las verdes ondas
levaron los hocicos; y caderas redondas,
tritónicas melenas y dorsos de delfines
junto a la Reina nueva se vieron. Los confines
del mar llenó el grandioso clamor; el universo
sintió que un nombre harmónico sonoro como un verso
llenaba el hondo hueco de la altura; ese nombre
hizo gemir la tierra de amor: fue para el hombre
más alto que el de Jove; y los númenes mismos
lo oyeron asombrados; los lóbregos abismos
tuvieron una gracia de luz. ¡VENUS impera!
Ella es entre las reinas celestes la primera,
pues es quien tiene el fuerte poder de la Hermosura.
¡Vaso de miel y mirra brotó de la amargura!
Ella es la más gallarda de las emperatrices;
princesa de los gérmenes, reina de las matrices,
señora de las savias y de las atracciones,
señora de los besos y de los corazones.

EURITO

¡No olvidaré los ojos radiantes de Hipodamia!

HIPEA

Yo sé de la hembra humana la original infamia.
Venus anima artera sus máquinas fatales;
tras sus radiantes ojos ríen traidores males;
de su floral perfume se exhala sutil daño;
su cráneo obscuro alberga bestialidad y engaño.
Tiene las formas puras del ánfora, y la risa
del agua que la brisa riza y el sol irisa;
mas la ponzoña ingénita su máscara pregona:
mejores son el águila, la yegua y la leona.
De su húmeda impureza brota el calor que enerva
los mismos sacros dones de la imperial Minerva;
y entre sus duros pechos, lirios del Aqueronte,
hay un olor que llena la barca de Caronte.

ODITES

Como una miel celeste hay en su lengua fina;
su piel de flor aun húmeda está de agua marina.
Yo he visto de Hipodamia la faz encantadora,
la cabellera espesa, la pierna vencedora;
ella de la hembra humana fuera ejemplar augusto;
ante su rostro olímpico no habría rostro adusto;
las Gracias junto a ella quedarían confusas,
y las ligeras Horas y las sublimes Musas
por ella detuvieran sus giros y su canto.

HIPEA

Ella la causa fuera de inenarrable espanto:
por ella el ixionida dobló su cuello fuerte.
La hembra humana es hermana del Dolor y la Muerte.

QUIRÓN

Por suma ley un día llegará el himeneo
que el soñador aguarda: Cenis será Ceneo;
claro será el origen del femenino arcano:
la Esfinge tal secreto dirá a su soberano.

CLITO

Naturaleza tiende sus brazos y sus pechos
a los humanos seres; la clave de los hechos
conócela el vidente; Homero con su báculo,
en su gruta Deifobe, la lengua del Oráculo.

CAUMANTES

El monstruo expresa un ansia del corazón del Orbe,
en el Centauro el bruto la vida humana absorbe,
el sátiro es la selva sagrada y la lujuria,
une sexuales ímpetus a la harmoniosa furia.
Pan junta la soberbia de la montaña agreste
al ritmo de la inmensa mecánica celeste;
la boca melodiosa que atrae en Sirenusa
es de la fiera alada y es de la suave musa;
con la bicorne bestia Pasifae se ayunta,
Naturaleza sabia formas diversas junta,
y cuando tiende al hombre la gran Naturaleza,
el monstruo, siendo el símbolo, se viste de belleza.

GRINEO

Yo amo lo inanimado que amó el divino Hesiodo.

QUIRÓN

Grineo, sobre el mundo tiene un ánima todo.

GRINEO

He visto, entonces, raros ojos fijos en mí:
los vivos ojos rojos del alma del rubí;
los ojos luminosos del alma del topacio
y los de la esmeralda que del azul espacio
la maravilla imitan; los ojos de las gemas
de brillos peregrinos y mágicos emblemas.
Amo el granito duro que el arquitecto labra
y el mármol en que duermen la línea y la palabra...

QUIRÓN

A Deucalión y a Pirra, varones y mujeres
las piedras aun intactas dijeron: "¿Qué nos quieres?"

LÍCIDAS

Yo he visto los lemures florar, en los nocturnos
instantes, cuando escuchan los bosques taciturnos
el loco grito de Atis que su dolor revela
o la maravillosa canción de Filomela.
El galope apresuro, si en el boscaje miro
manes que pasan, y oigo su fúnebre suspiro.
Pues de la Muerte el hondo, desconocido Imperio,
guarda el pavor sagrado de su fatal misterio.

ARNEO

La Muerte es de la Vida la inseparable hermana.

QUIRÓN

La Muerte es la victoria de la progenie humana.

MEDÓN

¡La Muerte! Yo la he visto. No es demacrada y mustia
ni ase corva guadaña, ni tiene faz de angustia.
Es semejante a Diana, casta y virgen como ella;
en su rostro hay la gracia de la núbil doncella
y lleva una guirnalda de rosas siderales.
En su siniestra tiene verdes palmas triunfales,
y en su diestra una copa con agua del olvido.
A sus pies, como un perro, yace un amor dormido.

AMICO

Los mismos dioses buscan la dulce paz que vierte.

QUIRÓN

La pena de los dioses es no alcanzar la Muerte.

EURITO

Si el hombre ?Prometeo? pudo robar la vida,
la clave de la muerte serále concedida.

QUIRÓN

La virgen de las vírgenes es inviolable y pura.
Nadie su casto cuerpo tendrá en la alcoba obscura,
ni beberá en sus labios el grito de la victoria,
ni arrancará a su frente las rosas de su gloria...

* * *

Mas he aquí que Apolo se acerca al meridiano.
Sus truenos prolongados repite el Oceano.
Bajo el dorado carro del reluciente Apolo
vuelve a inflar sus carrillos y sus odres Eolo.
A lo lejos, un templo de mármol se divisa
entre laureles-rosa que hace cantar la brisa.
Con sus vibrantes notas de Céfiro desgarra
la veste transparente la helénica cigarra,
y por el llano extenso van en tropel sonoro
los Centauros, y al paso, tiembla la Isla de Oro.


miércoles, 20 de agosto de 2014

La evolución hasta el ser humano - Sagan/Vangelis

LA EVOLUCIÓN NO ES UNA TEORÍA, ES UN HECHO  - Carl Sagan

Carl Edward Sagan fue un astrónomo, astrofísico, cosmólogo, escritor y divulgador científico (casi nada) estadounidense, nacido en Nueva York, el 9 de noviembre de 1934 y fallecido en Seattle, el 20 de diciembre de 1996.Mediante sus observaciones de la atmósfera de Venus, fue de los primeros científicos en estudiar el efecto invernadero a escala planetaria.

Carl Sagan ha sido muy popular por sus libros de divulgación científica: en 1978, ganó el Premio Pulitzer de Literatura General de No Ficción por su libro Los Dragones del Edén, por la galardonada serie documental de TV Cosmos: Un viaje personal y por la novela Contacto.

El Origen de la Vida

Trazar el camino que siguió la humanidad durante este prolongado lapso de tiempo es el reto al que se enfrentan los paleoantropólogos, los científicos que estudian nuestros orígenes.

Su desafío, no obstante, es tan apasionante como quijotesco, puesto que, de un proceso tan dilatado y complejo como es el de la hominización, hoy sólo se conservan unos cuantos restos de herramientas y huesos fosilizados que, pese a su innegable valor documental, resultan insuficientes para completar el árbol de la evolución humana.

Pero lo que hoy sabemos sobre nuestros antepasados es mucho más de lo que hace sólo unas décadas los prehistoriadores llegaron a imaginar. El desarrollo de la genética, por ejemplo, ha permitido que algunas teorías existentes hayan sido confirmadas o descartadas y, en un futuro no muy lejano, probablemente, la tecnología dará respuesta a aquellas preguntas sobre la evolución humana que permanecen sin contestar. La investigación, mientras tanto, continúa.

La Aparición de la Vida en la Tierra

 El ser humano es un recién llegado a la Tierra. Según el calendario cósmico creado por el científico estadounidense Carl Sagan, si comparáramos la historia del universo con un año de nuestra existencia, podríamos establecer que la aparición y desarrollo del género Horno en el planeta se correspondería sólo a la última hora y media del 31 de diciembre, y que, un hecho tan ancestral como hoy nos parece la invención de la escritura, se habría producido en realidad a únicamente 9 segundos del fin de año.

En este sentido, tomando como referencia los estudios radiométricos realizados en los minerales más antiguos del planeta, hoy puede determinarse que la Tierra se formó hace 4550 ± 70 millones de años. Nuestro planeta, según afirman los geológos, habría sido inicialmente un globo incandescente que, tras un proceso de acreción de meteoritos, aumentó de tamaño y, con el paso del tiempo, acabó enfriándose y solidiflcándose.

Durante este proceso, que duró unos mil millones de años, la influencia de la gravedad provocó que los materiales pesados se fueran depositando en el interior del globo, mientras que los más ligeros permanecieron en la superficie. Así se formó la corteza terrestre. Al mismo tiempo, las erupciones volcánicas generaron la salida de vapores y gases, y la consiguiente aparición de una atmósfera primitiva, compuesta de hidrógeno, helio, anhídrido carbónico y vapor de agua.

Cuando la temperatura de la superficie fue inferior a la de la ebullición del agua, el vapor se condensó en grandes cantidades y provocó fuertes precipitaciones que, además de erosionar las rocas de la corteza terrestre, determinaron la aparición de los océanos. Fue en este contexto, hace unos 3.500 millones de años, cuando, en el agua, aparecieron las bacterias más primitivas —es decir, los primeros organismos vivos—.

Tuvieron que pasar unos 700 millones de años más, no obstante, para que estas primigenias formas de vida evolucionaran hasta convertirse en algas unicelulares capaces de realizar la fotosíntesis y expulsar oxígeno. Con la incorporación de este último elemento a la atmósfera, hace unos 1500 millones de años, aparecieron las primeras células eucariotas —con núcleo diferenciado— y, unos 500 millones de años más tarde, la evolución de éstas permitiría el desarrollo de seres capaces de intercambiar información genética entre sí —es decir, de reproducirse sexualmente—.
En el siguiente período, el Ordovicio, fueron muy abundantes los trilobites y los corales y, al mismo tiempo que aparecían las primeras formas de vertebrados marinos —los peces sin mandíbulas, como las lampreas-, algunas plantas e invertebrados iniciaron la colonización de tierra firme. Por su parte, la tercera división de la Era Primaria, el Silúrico, estuvo marcada por la abundancia de algas marinas y de peces —algunos ya con mandíbulas-, así como por la existencia de miriápodos y de plantas vasculares —con conductos internos para la circulación de agua y nutnentes— en el medio terrestre.

La aparición de nuevas tierras. altas cordilleras y grandes lagos inauguró el período que siguió a] Silúrico, el Devónico, conocido también como la “era de los peces”. Junto a la floreciente fauna marina y lacustre, en este tiempo se multiplicaron las formas de vida en las tierras emergidas, mostrándose, por ejemplo, los más primitivos insectos y anfibios; estos últimos, como una evolución de los peces pulmonados y con aletas pedunculadas —es decir, capaces de respirar y de desplazarse fuera del agua—.

En el Carboníféro, las especies vegetales, como los helechos y los gigantescas. Fue en este momen to, además, cuando crecieron las primeras coníferas, dando lugai a espesas selvas que, enterradas bajo los aluviones en épocas posteriores, serian responsables de la formación del carbón mineral. La existencia de un clima pantanoso, húmedo y cálido, por otra parte, favoreció la multiplicación de familias y especies de insectos —tanto terrestres como voladores— y de anfibios. De un grupo de éstos, precisamente, evolucionarían los reptiles, los primeros seres que pusieron sus huevos fuera del agua y que, gracias a desarrollar una articulación occipital, pudieran mover la cabeza.

Durante el Pérmico, el período que pone fin al Paleozoico, los desiertos y las montañas sustituyeron progresivamente a los húmedos bosques y pantanos del hemisferio Norte. Este cambio climático y ambiental provocó el retroceso de los animales que dependían del agua, como los anfibios, y benefició a aquellos que, por su evolución fisiológica y reproductiva, mejor se habían adaptado a la vida terrestre: los insectos y los reptiles.

De entre los grupos de reptiles surgidos a finales de la Era Primaria destacan los terápsidos, los antepasados de los mamíferos. Se trataba en su mayoría de animales terrestres, con grupos tanto de carnívoros como de herbívoros, que, a diferencia del resto de reptiles, desarrollaron poco a poco la capacidad de regular la temperatura interna de su cuerpo. A finales del Pérmico, no obstante, algún tipo de catástrofe acabó con numerosas especies vegetales y animales del planeta, y, junto a éstas, se extinguieron la mayor parte de terápsidos.

Dominio de los dinosaurios

El Paleozoico dio paso al Mesozoico o Era Secundaria, que se inició hace unos 250 millones de años. El primero de los tres períodos geológicos en que se divide éste, el Triásico, estuvo caracterizado en sus últimos momentos por una nueva extinción masiva de especies y por la aparición de los saurios, que pronto se diversificaron y, gracias a su capacidad de adaptación, comenzaron a dominar el planeta.

Los únicos descendientes de los terápsidos del Paleozoico que sobrevivieron al Triásico fueron los cinodontes, que, tras millones de años de evolución, darían origen a los mamíferos. En este sentido, muchos expertos apuntan al Thrínaxodon como posible ancestro directo. Los mamíferos aparecieron en la Tierra hace unos 230 millones de años, es decir, a finales del Triásico. Una de las especies más primitivas que se conocen fue el Morganucodon, cuyo fósil ha sido encontrado en cuevas de Gran Bretaña y de China. Según se cree, este diminuto insectívoro, con aspecto de zarigüeya y costumbres nocturnas -lo que se deduce por el gran tamaño de sus ojos— empezó a caminar por el planeta hace unos 200 millones de años. Establecer exactamente la frontera que existió entre los primeros mamíferos y los reptiles cinodontes —con quienes llegaron a convivir largo tiempo— resulta muy diflcil, puesto que órganos como el pelo o las mamas, que son los que definen a los mamíferos, no se conservan fosilizados.

Mientras los dinosaurios fueron amos y señores de la Tierra, lo que ocurrió durante el Jurásico y el Cretácico —hasta hace unos 65 millones de años—, los mamíferos fueron pequeños e insignificantes. A la sombra de los gigantescos reptiles, no obstante, los descendientes de los terápsidos lograron diversiflcarse y evolucionaron lentamente. En este período, por ejemplo, aparecieron los primeros monotremas —parientes lej a-nos del ornitorrinco—, así como los ancestros de los marsupiales y de los placentarios. Sin embargo, de todos los grupos de mamíferos del Mesozoico, el más destacado tite el de los multituberculados, diminutos animales de aspecto parecido a los roedores que se extinguieron hace 30 millones de años. En el Jurásico, por su parte, también aparecieron las aves, evolucionando a partir de un grupo de reptiles voladores.

La era de los mamíferos

Al final del período Cretácico, se produjo la extinción masiva de los dinosaurios y otras especies vivientes. Las causas de esta catástrofe son aún desconocidas, aunque la teoría más aceptada es la que señala el impacto de un meteorito de gigantescas dimensiones como detonante de un cambio climático con nefastas consecuencias para la flora y la fauna del planeta.

La desaparición de los grandes reptiles dio paso a la Era Terciaria —que, junto con la Cuaternaria, forman el llamado Cenozoico—.

Durante ésta, los mamíferos, aprovechando el vacío dejado por los saurios, se multiplicaron y diversificaron, imponiendo su dominio sobre el resto de vertebrados. De las 10 familias que existían al iniciarse el primer periodo de la Era Terciaria, el Paleoceno, se pasó a casi 80 en el Eoceno —tras sólo 10 millones de años de evolución—. Muchas familias de mamíferos modernos, por su parte, datan del Oligoceno —es decir, de hace entre 35 y24 millones de años—, y fue en el Mioceno —hace entre 24 y 5 millones de años- cuando se registró la mayor diversidad de especies. En este último período aparecieron los primeros y más primitivos hominoides, como los Proconsul, Diyopithecus y Rarnapithecus.

A partir del Mioceno, el número de mamíferos empezó a declinar y, como consecuencia de los profundos cambios climáticos que se produjeron durante el Plioceno, hace unos 2 millones de años muchas especies desaparecieron.

Estaba a punto de iniciarse la Edad del Hielo, la Era Cuaternaria o Neoceno, en la que un primate muy avanzado iba a imponer su dominio: el Homo.

http://www.taringa.net/posts/info/13920296/La-evolucion-no-es-una-teoria-es-un-hecho-Carl-Sagan.html

domingo, 20 de julio de 2014

Vangelis & Irene Papas

O! Gliki Mou Ear ("¡Oh! Mi dulce primavera")

Un himno religioso, orquestado por Vangelis Papathanassiou e interpretado por la actriz Irene Papas. El himno fue incluido en 1986 en el álbum "Rapsodies".

Rapsodies se construye a base de himnos religiosos bizantinos, de tradición ortodoxa, propios de la Semana Santa griega.

Rapsodies es una mezcla de himnos tradicionales con creaciones de Vangelis para la ocasión, mezclando unas y otras de manera que, aunque el sonido está plenamente unificado y sin fisuras, es complicado saber qué es totalmente nuevo, qué ha sido arreglado y qué se mantiene intacto según la liturgia religiosa.

Para entender la verdadera dimensión de la colaboración Papas-Papathanassiou es imprescindible mencionar la larga lista de colaboraciones llevadas a cabo entre ambos. Irene Papas trabajó con Vangelis en dos álbumes como dúo, aunque también estuvo presente en el álbum de rock conceptual 666, del grupo Aphrodite's Child, en el que Vangelis era teclista y compositor principal.

Lo que marca con más fuerza el carácter de Rapsodies es, sin embargo, la serie de montajes teatrales clásicos en los que Vangelis puso música a las actuaciones de la actriz. Entre ellas se encuentran las muy respetadas versiones teatrales de Medea, Elektra, Las Troyanas, Hécuba y Antígona. 


                                         http://www.youtube.com/watch?v=qo2y2q7S5wE